Will y Anne no son muy diferentes pero tampoco son iguales
Se conocen hace tiempo pero nunca habían hablado
No saben nada uno del otro
Y son obligados a convivir una semana antes del fin de curso
En una semana no pueden ocurrir cosas interesante...
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Willian
A la mañana siguiente me levanté con un pequeño dolor de cabeza sabía que había bebido pero no tanto, y con las horribles pesadillas de siempre todas tienen que ver con ella
Intentando olvidar eso me levanté y caminé hacia la cocina donde mi mamá cocinaba
–Buenos días–dije con voz cansada
–¿Buenos días? Buenas tardes será–dijo mi mamá con una sonrisa
Al escuchar sus palabras vi el reloj de pared que teníamos el cual casualmente toda mi vida ha estado adelantado noventa minutos
Era mas del mediodía
–Me duele algo la cabeza ¿Podrías darme una pastilla?–dije con una mueca mientras me frotaba la sien
–Claro cielo
–Aquí tienes
Me la dió y no esperé agua alguna me la tragué sin mas
–Mira cariño te he echo estos huevos revueltos–me dijo mi mamá vaciando el contenido de la sartén en un plato
–Gracias
–No tiene importancia hijo, ahora come que se te va a enfriar
Y con eso no necesité nada mas para atragantarme con la comida
Mientras masticaba la comida recibí una llamada y extrañamente tuve la ilusión de que fuera Anne
Eso es raro pero decidí ignorarlo
Al igual que ignoré el echo de que me decepcionó que fuera James
–¡¡Will!!–exclamó alegremente–¿Cómo has estado amigo mío?
–Estaría mejor si mi mejor amigo no me hubiera dejado abandonado en una fiesta donde no conocía a nadie–dije como si estuviera declarándole mi amor eterno
–Amigo no la tomes en mi contra, sabes que me encantan las chicas
–Si claro–dije volteando los ojos aunque él no pudiera verme
–Al menos la pasaste bien digo ¡Te vi bailar!–exclamó–Tu nunca bailas
–Es cierto la pasé bien–dije recordando la noche entera en sí
