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Naruto estaba de pie, mirando su pueblo, quienes estaban en paz por fin, ya no se tenían que sentir agobiados por las guerras antiguas que hoy en día ya no hay.

En sí, naruto aun siente que tiene que seguir con el ambiente que hoy tiene su pueblo, desde el día en que se volvió hokage, se volvió su deber cuidar de ellos, y velar por su bien, y eso es algo que ya le está molestando un poco al rubio.

Las razones son simples;

1. Han empezado a aparecer algunos ninjas, que no se les puede llamar así, la cosa es que son flojos.

2. Ese tipo de personas no entrenan para una posible guerra y lo único que hacen es quejarse.

Esas dos razones son las que mantienen un tanto perturbado al rubio, por que solo pasa unos 2 minutos fuera de la oficina y ya tiene a 20 personas fuera esperando a ser atendidos por este, solo por su necesidad que según ellos es importante ya que "aportan a la aldea", que es algo en sí estúpido.

Todo eso lo tiene que pasar el rubio, dia y noche, por eso dejo de ir en las noches a su antigua casa, donde se descuido y pasó lo que pasó, la culpa no la tiene nadie, solo que naruto se echa la culpa ya que no estuvo ahí como un buen esposo que debía ser, o como un buen padre que jamás lo consideraron.

Todo eso le paso de un dia para otro, y todo eso aun le sigue molestando al rubio, tiene que ver la manera del cómo es que se va a sacar todo eso, como se olvidara de eso, él solo pide unos minutos, no importa cuanto, solo un poco de tiempo no es mucho pedir.

- donde es que estas kakashi... - hablo solo de la nada naruto, en sí cualquiera diría que está hablando con la nada, y es que si, hablo solo ahí en la oficina.

- estoy aquí, naruto - hablo alguien detrás del rubio, tan cerca de su oído que hizo que su pelos se le pusieran de puntas.

- AHH!!! - grito naruto, saltando hacia un lado tapando la oreja donde fue que kakashi le hablo, mientras su cara era una referencia a un tomate recién cosechado.

Y ahí estaba kakashi sonriendo, mientras le miraba con unos ojos que se le hacían raro al rubio, era una mirada coqueta.

- se ve mas sexy de lo que creí - pensó naruto, luego de darse cuenta de lo que peno, se dio una cachetada a ver si así despertaba.

- pero porque te golpeas? - le preguntó kakashi a naruto, quien seguía con las manos en las mejillas y con los ojos cerrados apretándolos para no abrirlos.

- por nada, no te preocupes - dijo naruto reaccionando enseguida.

- por qué no tomas un descanso - sugirió kakashi, mientras se acercaba al escritorio del rubio para que si tenía algún que otro trabajo que hacer antes de salir.

- no lo sé, cada vez que salgo siquiera unos segundos, ya hay como 100 personas fuera esperando poder hablar conmigo, es estresante - dijo naruto, volviendo su vista a la aldea.

Kakashi no dijo nada y solo se acercó al rubio, ganándose al lado de este, quien seguía mirando la aldea, viendo a personas pasar por fuera, ir y venir algunas.

- Claro, necesidades humanas, entiendo - dijo kakashi, mientras miraba la aldea igual que el rubio.

Los dos se encontraban viendo la aldea, ser un lugar de simple vista como pacífica, pero por ahí ocurren demasiadas cosas que nadie podría creer, de hecho aún se considera que hay gente perturbadora que quiere siempre hacer daño, pero le tienen miedo al tipo de líder que tienen.

Kakashi se le da por mirar a un lado, se fija que el rubio era un ser mucho más bello de lo que pensó, miraba la belleza que desprende de sus ojos, pelo y rostro.

No podía creer que le hayan hecho algo como eso a un ser tan hermoso como él, si tan solo todo el mundo se detuviera a admirar la belleza de un simple líder que pasó por mucho desde su niñez hasta su adultez, cualquiera tendría compasión y tendría ganas de mimarlo.

Ante los ojos negros de kakashi, naruto es un ángel caído en las llamas del infierno, un ser tan frágil y delicado, que a hecho hasta lo imposible para poder tomar el control de todo el inframundo, un lugar donde solo habitan demonios que lo quieren devorar..

Naruto miró a kakashi, ya que hace un rato que estaba sintiendo que su ex-maestro lo miraba fijamente.

El rubio miro los ojos de kakashi, y nadie le creería si no lo ven con sus propios ojos.

Si, kakashi tenía un brillo en los ojos, un brillo único que hizo que al rubio le diera algo en el estómago, era un cosquilleo extraño que sentía, pero aceptaba que le gustaba la sensación.

Sus ojos estaban conectados, los dos se sentían más que extraños, el que más confundido de ahí era naruto.

¿Por que es que sentía eso?, ¿qué es lo que siente de verdad?, y así un montón de preguntas venían hacia él, y todo era por el hombre que tiene frente suyo, esas sensaciones en su estómago eran idénticas a las que sintió el día de su boda, esos nervios de saber que es lo que va a pasar después.

Mientras que los dos estaban metidos en sus mentes, no se daban cuenta que ya tenían sus manos unidas, y se iban acercando cada vez más, los dos estaban perdidos en sus miradas.

Cualquiera que viera esto, pensaría mal de ellos dos, pero lo que no saben, son los sentimientos que ellos sienten por el otro, nadie lo entendería.

Naruto esperaba estar con una mujer que lo amara ante todo, que este para el y para sus hijos también, quería una familia feliz, pero no se dio cuenta que por su trabajo su familia "feliz" se desmoronó, pero no era culpa de él, es culpa de nadie.

El trabajo lo mantenía ocupado y distraído, que se confió, pensó que su amada esposa no haría nada, pero se equivocó, ella lo traiciono, lo engaño, y toda la culpa podría ser de hinata, pero no es toda su culpa, no del todo.

Si naruto hubiera tenido el tiempo para su familia, quizás, tan solo quizás su familia seguiría unida, pero el destino tenía otros planes para él.

La culpa que tuvo el rubio en todo eso, fue no tener tiempo, haber descuidado su matrimonio, y dejar de lado a su familia.

La culpa de hinata era, engañar a naruto, echarle la culpa al rubio por "haberlo engañado", y no haber hablado con el rubio.

Los dos tenían una culpa igual de grande que el otro, lo único que lo destrozó fue que ninguno de los dos hablo, el rubio se fijó en sus hijos, y con el poco tiempo libre que le quedaba lo usaba para pasar tiempo con su querida hija, que ella era la que más le importaba, ya que su hijo lo odiaba cada dia mas y mas.

Su familia no tenía arreglo ya, estaba ya perdida.

Se mío esta noche [KN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora