Día 4: AU Guardaespaldas/Realeza.

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Ryusei Shidou era la mano derecha del famoso rey demonio Tabito, solo le había ganado el lugar a Otoya porque el tipo era demasiado relajado. Tabito tenía un plan esta vez, ¿para qué? Ni siquiera Ryusei lo sabía, simplemente le fue encargada la tarea de proteger al príncipe de los espíritus.

El príncipe de los espíritus había sido llamado por Tabito para llevar a cabo este plan misterioso, así que Ryusei, con su armadura negra y su cabello bien peinado en las puntas desordenadas que le gustaban, esperó en la entrada del valle de los espíritus.

Había escuchado algunas historias sobre el reino de los espíritus: Los reyes de los espíritus protegían este valle de los miembros de otras razas, solo después de pasar una prueba era posible llegar al valle. El príncipe mayor del reino no parecía tener interés en muchas cosas, a diferencia de su hermano el príncipe menor, quien se decía que había salido del valle para convivir con los humanos hace varios años.

Ryusei estaba aquí para escoltar al príncipe mayor, obviamente. Se preguntó cómo sería el tipo, además de, bueno, espiritual. Los rumores decían que era indiferente la mayoría del tiempo.

La razón por la que Tabito le dijo que protegiera a este espíritu fue principalmente porque una divinidad se había interesado en el príncipe y querían aprovechar su energía espiritual para crear al niño divino perfecto que pudiera eliminar a la raza demoníaca. Asqueroso.

Ryusei miró hacia atrás cuando escuchó pasos ligeros caminando hacia él y risas tintineantes resonando entre los árboles que circundaban el valle.

Una persona salió desde el bosque; un chico de cabello rojizo con un par de ojos verde azulados, y orejas con esa cualidad puntiaguda. Las risas provenían de los pequeños espíritus que volaban alrededor del chico, otorgándole un aura etérea incluso si solo su imagen evocaba un sentimiento de reverencia.

El chico agitó la mano para despedir a los espíritus y miró hacia abajo cuando sus pies tocaron el terreno que no estaba protegido por la barrera. Levantó la vista y alzó una delicada ceja hacia Ryusei, "¿Eres mi pequeño demonio?"

Sin poder evitarlo, Ryusei se rio a carcajadas, agarrándose el estómago y doblándose hacia adelante, se limpió una lágrima imaginaria y miró al chico, "Soy tu escolta, no demonio".

El chico, el príncipe, se encogió de hombros, "¿No es lo mismo?"

Bueno, sí, un poco.

El príncipe comenzó a caminar sin esperar una respuesta, Ryusei miró la vestimenta blanca pura que se agitaba con los pasos del chico y simplemente sintió que su suposición era correcta; este chico era muy espiritual.

"Tabito no me dijo tu nombre, ¿cuál es?"

"Llamas tan informalmente a tu rey, no sé por qué pensé que un chucho tendría modales," El espíritu resopló, deteniéndose para acariciar un ciervo que se le acercó, "Es Su Alteza para ti, demonio".

"Claro," Respondió, ocupado mirando la entrañable escena de ese chico frío acariciando a los animales que se le acercaban en el camino.

'Su Alteza' caminaba a un ritmo insoportablemente lento para Ryusei, quien estaba acostumbrado a correr sin control. Tabito debería haberle advertido que sería así, de esa manera podría haber conseguido un par de caballos o algo así. Aunque 'Su Alteza' probablemente no estaría contento usando animales para transporte. Ryusei tuvo que soportar este ritmo sin poder quejarse.

El príncipe también se negó a pasar por algunos pueblos humanos para descansar, prefiriendo dormir a la intemperie solo con la fogata brindando calor. Esto sí podía respetarlo; Ryusei prefería dormir afuera, era mucho más emocionante y no tenía que pagar por romper algo (había tenido que pagar por romper cosas en las posadas más veces de las que podía contar).

Ryusae Week 2023 || 21-28 de mayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora