Día 7: Compartir ropa.

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[Tarde, peroooo, al menos logré terminar la semana. Acabo de escribir esto porque realmente no sabía qué hacer, en fin, ¡gracias por acompañarme en la ryusae week!]

La lluvia caía a cántaros afuera, el agua salpicaba y el viento soplaba con fuerza. Sae se pasó una mano por la cara cuando finalmente cruzaron el umbral, miró a Shidou con una mirada que esperaba transmitiera la ira que estaba sintiendo.

Shidou levantó ambas manos, el agua había quitado todo ese gel para el cabello y había obligado la caída de esos mechones rubios, el delineador de ojos también se había corrido, pero fue menos desastroso de lo que uno esperaría considerando la tormenta que había caído sobre ellos, seguramente era uno a prueba de agua que habría hecho bien su trabajo si el demonio no se hubiera pasado la mano por los ojos tan pronto entró por la puerta.

"Traeré algunas toallas para nosotros".

"Mojarás el piso," Sae no pudo evitar decir, aunque se arrepintió al segundo siguiente cuando Shidou aplaudió con una gran sonrisa.

"¡Tienes razón!" Y así, Shidou comenzó a quitarse la ropa mojada, dejándola caer con un chapoteo a un lado de la puerta. Una vez que quedó en ropa interior, el otro se pavoneó por el pasillo, moviendo las caderas con diversión porque sabía que Sae lo estaba viendo.

El trasero servía para medir las habilidades de los otros, ¿bien?

Sae no pudo evitar resoplar ante las payasadas de Shidou, se quitó la sudadera y la tiró encima de la ropa del otro. Un escalofrío lo recorrió tan pronto se quitó la prenda, solo podía esperar no atrapar un resfriado.

Shidou apareció de nuevo pronto, todavía en calzoncillos y con una toalla alrededor de los hombros. Le tiró la otra a Sae y le dijo, "Usa la ducha primero, ¡voy a preparar chocolate caliente!"

"¿Tú?" Sae alzó una ceja, "¿Puedes usar una estufa?"

Shidou le sacó la lengua, "Lo dice el que no sabía que se le echaba agua al arroz".

Sae ignoró ese comentario, pasó de largo a Shidou y se dirigió al baño. Había estado en casa del otro muchas veces, así que sabía a dónde ir. No ignoró el grito de "¡Deja tu ropa afuera para meterla a la lavadora!" y dejó su pantalón y camisa afuera de la puerta.

Después de una ducha rápida se dirigió a la habitación de Shidou, Sae no caminaría en calzoncillos después de correr bajo la lluvia como ese demonio, buscó algo decente en el armario antes de agarrar una sudadera.

Bien, Sae sabía que había algunas pulgadas de diferencia entre ellos, pero ver el dobladillo de la ropa llegándole a los muslos le arruinó el ánimo. Consideró buscar un par de pantalones antes de descartar rápidamente esa idea, la ropa de Shidou le quedaría grande, y no quería escuchar las burlas del otro en este momento.

Salió a la cocina y encontró a Shidou revisando su teléfono, recostado contra la encimera con dos tazas humeantes detrás de él.

"¿Terminaste? Ahora..."

Las palabras se detuvieron cuando Shidou alzó la mirada para verlo, ocultando su rostro entre sus manos, el otro se deslizó hacia abajo hasta quedar en cuclillas. Sae se acercó, decidió aprovechar esta oportunidad pateando el costado de Shidou, se ganó una queja amortiguada, pero nada más.

Sae agarró una de las tazas, oliendo el contenido y probando un sorbo. Bueno, era chocolate, no había manera de que Shidou lo arruinara.

Fue una suerte que dejara la taza de nuevo, porque entonces Shidou habló desde abajo.

"Oye, ¿estás usando algo debajo? Ah, sí lo haces, tsk".

Su nariz se arrugó, pateó a Shidou en el pecho, aunque no tan fuerte como le hubiese gustado. Shidou estaba acostado en el piso, agarró su tobillo entre sus manos y silbó, "Tengo una buena vista desde aquí".

"Asqueroso".

Sae retrajo el pie, agarró las dos tazas y pateó de nuevo a Shidou cuando pasó sobre él. "Dúchate antes de que se enfríe".

"'Kay~"

Sae se sentó en un sofá de la sala, poniendo las tazas en la mesita, encendió el televisor y lo dejó en el canal de deportes para ver si había alguna novedad importante.

Shidou fue rápido en su ducha, pasó poco tiempo antes de que su cálido peso se aferrara a Sae.

"Sae-chan, ¿estás molesto conmigo?"

Sae alzó una ceja, ajustó su posición y terminó medio recostado en el sofá con Shidou encima de él, "¿Por qué piensas eso?"

Shidou enterró su rostro en su estómago, "Arruiné nuestra cita".

Pasando sus dedos por el húmedo cabello, Sae suspiró, "No es la primera vez, tampoco controlas el clima, ¿por qué importa tanto?"

"¡Era importante!" Shidou gritó, sobresaltando un poco a Sae por lo repentino que fue. El otro notó su movimiento y bajó la cabeza de nuevo, "Quería preguntarte si querías que nos mudáramos juntos".

La mano de Sae se congeló, agarró un puñado del cabello de Shidou y obligó al otro a levantar la cabeza.

"Ay, ay, ay, oye, estoy hablando en serio aquí, ¿podrías ponerte horny en otro momento?"

"Cállate, estúpido demonio".

Shidou cerró la boca, mirando un poco a Sae antes de sonreír como si fuera capaz de ver todo el debate mental que estaba ocurriendo en esa cabeza.

Sae pensó un poco, solo llevaban saliendo unos meses, pero mudarse juntos no parecía demasiado apresurado, considerando que comenzaron a salir unos días después de conocerse.

"Está bien".

Shidou parpadeó un par de veces, incorporándose sobre sus brazos, "¿De verdad?"

"¿Realmente sabes cocinar?" Sae preguntó, mirando a Shidou asentir con la cabeza, "Entonces está bien, serás mi ama de casa".

Shidou hizo un puchero, luego se animó de nuevo y comenzó de besar la cara de Sae.

"¡Te enviaré las opciones luego! ¡Ah! ¡El chocolate!"

Sae terminó tomando su taza de chocolate mientras escuchaba a Shidou despotricar sobre los lugares que había estado viendo, se permitió acurrucarse más contra el cuerpo del otro y disfrutar del calor ajeno.

Al menos, hasta que se cortó la energía eléctrica. Shidou lo obligó a quedarse a pasar la noche y dormir con él porque, "Oh, qué tragedia, tu ropa no terminó de lavarse". Sae ni siquiera pudo molestarse por eso, en cambio, se acurrucó con el otro en la cama demasiado pequeña sin quejarse demasiado.

Pensó, si en esto se convertiría su vida una vez que se mudaran juntos, no tenía nada en contra.

Ryusae Week 2023 || 21-28 de mayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora