<<CAPÍTULO 6>>

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El silencio se instaló en aquel departamento y un incómodo rubio preparaba con esmero un poco de té para intentar bajar la tención que se había instalado entre el castaño y el pelinegro, Jungkook y Taehyung se encontraban sentados en la sala princ...

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El silencio se instaló en aquel departamento y un incómodo rubio preparaba con esmero un poco de té para intentar bajar la tención que se había instalado entre el castaño y el pelinegro, Jungkook y Taehyung se encontraban sentados en la sala principal del departamento, uno frente al otro en dos cómodos sillones que tenía el rubio para las visitas, ambos se fulminaban con la mirada, Taehyung por miedo a que el castaño revelase su tan importante secreto y Jungkook porque se negaba a verse intimidado. El rubio puso en una bandeja la tetera con agua hirviendo para el té, tres tazas de porcelana, tres sobres de hojas para té y un pequeño plato con varias galletas que había comprado recientemente. Llegó a la sala sintiendo la tensión que no desaparecía de entre los dos que sentados en los sillones (únicamente separados por una mesita para café de cristal) mirándose fijamente, notaba el miedo de Taehyung, lo sentía y los gestos de esté le confirmaban sus sospechas, la mandíbula tensa mientras sus ojos estaban oscurecidos, intentando intimidar a Jungkook, en cuanto al castaño, no lo conocía de mucho por lo que no podía decir lo que esté pensaba, dejó la bandeja sobre la mesa de café y se sentó junto a Taehyung, el cual relajó sus hombros al sentir su presencia, Jimin colocó una bolsita de té en cada taza, tomó la tetera entre sus pequeñas manos y sirvió su contenido, entregó una taza a Taehyung y otra a Jungkook, ambos tomaron las tazas sin dejar de mirarse, Taehyung tomó un sorbo de su té mientras el castaño hacía lo mismo.

–¡¿QUE DEMONIOS ES ESTO?! –gritó Jungkook después del primer sorbo–.

–Es un té de manzanilla –dijo suavemente Jimin tomando una galleta– te ayudará a relajarte.

–¡Sabe horrible! –Jungkook tomó una galleta y se la llevó a la boca sin pensarlo– ¡Ugh! ¿Cómo tomas eso?

–Tranquilo, no tienes porqué tomarlo –respondió Jimin sonriendo, le agradaba mucho el castaño– pero, sería lo recomendable, te ves muy tenso –bebió un sorbo de su té–.

–No, lo tomaré –dijo el castaño tomando la taza entre sus manos– no quiero ser desagradecido, lo tomaré Jimin-ssi –ante esto último el rubio se sonrojo fuertemente llamando la atención de Taehyung–.

–¿Por qué demonios lo tuteas? –preguntó molestó, sus manos se hicieron puños y su mandíbula se tenso más– es tu mayor... –prosigió– ¡Trátalo como tal! –exclamó apretando con más fuerza sus puños–.

Tae, no... –dijo suavemente Jimin poniendo su mano en el hombro del nombrado–.

–No –dijo Jungkook– déjalo, que se desahogue –dijo firme por primera vez en su vida– después de todo tiene razón, Jimin hyung, no tengo el derecho a tutearlo.

–¡Correcto! –Taehyung se exaltaba– ¡No comprendo Jimin! ¿Por qué lo trajiste a tu departamento? –dijo mirando al nombrado, para luego mirar a Jungkook– y tú... ¿Cuánto quieres por tu silencio? –cuestionó Taehyung mirándolo fijamente.

–¿Qué...? –Jungkook estaba perplejo, ¿Le preguntó cuanto quería? ¿A él? Bueno si, obviamente el dinero era tentador... Bueno, si le urgía dinero, tenía que comprar una PS4, ¡La necesitaba con su alma! Pero no, la mirada triste de Jimin le daba un sentimiento extraño– ¿Lo dices en serio?

–¡Jungkook! –Jimin lo miraba sorprendido y dolido–.

–Si, es en serio –afirmó Taehyung con una sonrisa triunfal– así que... ¿Cuánto?

–Bueno... –Jungkook fingió pensarlo, después de unos minutos sonrió con sorna– Estás demente –dijo para luego comenzar a reír–.

–¿Que insinúas? –Taehyung frunció el ceño y Jimin suspiro aliviado pero, confundido a la vez–.

–¿Creés que arriesgaré la privacidad de Jimin por dinero? –frenó su risa en seco a lo que Jimin sonrió aliviado– Quédate tranquilo que de mi boca no saldrá ni una palabra.

–¡Gracias Jungkook! –exclamó Jimin lanzándose a abrazar al castaño–.

–Pero... –Jimin lo miró con el ceño fruncido aún entre sus brazos– quiero un paquete de estás galletas –dijo mirando el plato vacío sobre la bandeja–.

–¡Claro, claro! –dijo Jimin pegándose más a su amigo– ¡Tendrás un paquete cada semana!

–¡Jimin hyung, no quiero abusar!

–¡No lo haces! Solo quería agradecerte por no decirle a nadie y quería darte un paquete cada semana.

–¿Cuál paquete? –preguntó Jungkook con una sonrisa perversa en sus labios mientras sus cejas se movían de arriba abajo–.

–¡Kookie! –rió el rubio sonrojado golpeando suavemente el hombro del nombrado– ¡Eres un tonto!

–Jungkook –se escuchó la voz del pelinegro firme, mas sin llegar a escucharse enojado, ambos chicos lo miraron expectantes, el pelinegro suspiro antes de continuar– Gracias Jungkook.

–¡Taehyung hyung! –exclamó para abrazar al mencionado– ¡AL FIN ME ACEPTAS! –gritó con emoción mientras zarandeada al chico– Porque me aceptas, ¿Verdad?

–Si, Jungkook te acepto como amigo...

El castaño se la pasó el resto de la tarde con sus dos amigos en el departamento de Jimin mientras esté sacaba su paquete de galletas para que el castaño estuviese feliz, Jungkook les contó que le gustaban los hombres desde que tenía doce años y los otros le contaron porque ocultaban su relación, ¿La razón? Sus padres eran homofóbicos por lo que salir del clóset no era nada fácil, cuando el reloj (Rolex) de Taehyung dió las cuatro de la tarde Jungkook supo que era momento de enfrentarse a su madre. Cuándo dieron las cuatro y cuarto Jungkook se hallaba caminando de vuelta a su casa, sus labios silbaban una canción que se había adherido a su mente como el chicle a la suela de un zapato, no había caminado mucho cuando se fijó en la persona que se hallaba de pie a un lado de la puerta principal de un edificio cercano al de Jimin, era Yoongi, Jungkook se quedó estático en su lugar observándolo, ¿Cómo podía verse tan guapo? Él se encontraba con su espalda apoyada en la pared al lado de la entrada del edificio con un cigarrillo entre sus dedos índice y anular, el cual se llevaba a los labios dándole una calada para después alejarlo y soltar el humo que había retenido en sus pulmones, no fue consciente de el tiempo, hasta que la mirada oscura del pálido reparó en él, provocándole un sonrojo, observó cómo el pálido tuvo intención de ir junto a él pero, antes que pudiese dar un solo paso, llegó a su lado un chico alto, hombros anchos, cabello castaño igual que el suyo y mirada avellana profunda, mirada que ahora conectaba con la suya le ponía la piel de gallina.

 Cuándo dieron las cuatro y cuarto Jungkook se hallaba caminando de vuelta a su casa, sus labios silbaban una canción que se había adherido a su mente como el chicle a la suela de un zapato, no había caminado mucho cuando se fijó en la persona que...

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2023 ⏰

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