Diario del Desgraciado

Prologo de un Desaliento

Y si desempolvo un poco la pluma y decido plasmar algo aquí una vez más...
Quizás hubiera acertado en decir que jamás volvería a tocar este sitio ni con un palo. Pero la vida es una moneda donde las caras se ocultan una vez las cruces se muestran hacia arriba.
¿Podría empezar con una rima?
No, no quiero rimar aún, quizás luego. No quiero al ritmo de un compás determinar hasta donde llega mi pesar y por donde pululan mis sentidos, ya que en el campo de lo etéreo y lo real... Las metricas no existen...
¿Poemario o una novela? Es igual, mientras el valor de escribir siga vivo por donde antes solo muerte había quedado.

Decisiones que forman un camino, a veces buenas, a veces malas, pero un camino al fin y al cabo. Cuando te sumerges en la laguna de lo real y lo crudo del mundo, entiendes que el amor y el dolor no son antónimos, sino partes de un mismo ciclo natural e inevitable... Una irrefutable ley de la naturaleza, pero menos fáctica y más etérea.

Amor... Hace tanto que vengo flotando entre tus brazos, que ahora que regreso a mencionarte siento como si jamás te hubiera conocido, lo cual es una total falacia y una triste conclusión del ahora y el olvidado ayer.
No somos los mismos creo yo... Jamás lo seremos, tu y yo vamos de la mano, lo sabes bien, pero no nos agradamos mucho; aunque debo mencionar una cosa, creo que por fin estoy empezando a entenderte...
¿Raro no? Alegar no conocer bien pero si entender... Si de contradicciones fueran menesteres castigos por su proliferación, estuviera amarrado en una mesa de tortura; pero esa analogía no es tan diferente de lo que me pasa ¿sabes?
Responde una cosa:
¿Me dejaras dedicarte de nuevo un par de versos en nombre de mi cansado andar?
Puede que suene lamentable venir de nuevo a soltar semejante propuesta después de tanto, pero... ¿Que más da?
Tu siempre tienes tiempo y yo soy narrador de historias, déjame narrar y déjame declararte una vez más lo que llevo dentro del corazón... Dije que no rimaria... Pero no sé puede negar a lo que el alma pide, mirame fijamente y presta atención:

Amor déjame contarte un cuento,
Déjame volar bajo tus alas,
Solo necesito un poco de tiempo,
Eres eterno, no te molestes,
Escucha y no dejes esto al viento:

Un solitario caballero regresa de batalla,
¿Donde dejó su blanca armadura?
Solo quedan retazos en su cintura,
Rota y desecha su vieja cota de malla.

Una espada rota arrastra el bravo hombre,
Mientras hacia el puente camina cansado,
Una mujer que corre hacia su amado,
Caen lágrimas al suelo del envejecido monte.

Un beso rechazado, un abrazo forzoso,
Dudas inminentes que aparecen,
Los crueles sentimientos se estremecen.
¿Donde esta el reencuentro hermoso?

"El enemigo viene" exclama el soldado,
Un momento de calma destrozada,
"Tienes que irte, no puedo quedarme a tu lado"
Solamente se escuchaba un llanto ahogado.

La caravana se aleja lentamente,
Entre ellos una dama con un trozo de ropaje,
Ya muy lejos están los carruajes,
Avanza llorando suavemente.

En el frente unos pocos han quedado,
La sangre brota en mortífero baile,
Los gritos y lamentos llenan el aire,
Queda en pie con fiereza un joven soldado.

Repite una consigna esperando su final,
Un corte, dos cortes, la muerte se acerca...
En su rostro vemos de alegría una mueca,
Sabe que su amada está lejos del mal...

"Y si he de morir al filo de la espada,
Que así sea, la acepto con gusto,
Ya que mi vida pertenece al ocaso,
Y a la belleza de la mujer que me enseñó a vivirla...
Acepto la muerte sabiendo que está bien, aunque no esté con ella en esta vida... No me importa, quizás en la siguiente reciba la bendición de volverla a ver..."

"A ti amada mía... Vive sin mi,
A pesar de mi muerte se feliz,
Yo te observare y te cuidare,
Seré un gorrión o una codorniz,
Vive libre y ahí estaré,
Incluso en la muerte,
Mi alma te pertenece a ti"

A veces amor eres cruel ¿Verdad?
Quizás podría seguir soltando más metáforas cursis y zosas sobre ello, pero no tengo ganas de eso. Creo que sabes por dónde van los tiros, ni necesito darte más explicaciones.

Quizas vuelva pronto o quizás no, quien sabe, a lo mejor regreso a contarte alguna historia o alguna tontería más, al fin y al cabo tendremos tiempo de sobra... ¿No?