Capítulo 6

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Llegamos a la fortaleza Zorn, dónde repasamos el plan. 

—Bien, repasemos el plan. Mientras ustedes estén luchando, nosotras liberaremos a los Urloks, uniremos los contenedores de Sen al Senrok de los Zorn...

—Y entonces marcamos, y el depósito de sen ¡Kaboom! —. Interrumpió Zak entusiasmado.

—Exacto. —. Lalith extendió sus manos, donde tenía unos pequeños aparatos. —Estos son intercomunicadores, nos ayudaran a mantenernos comunicados para seguir el plan.

Los chicos entraron al campo, mientras tanto, Lalith y yo nos dirigimos dentro de la fortaleza. 

Recorrimos los pasillos rumbo a los calabozos. Algo nos hizo detenernos, era la voz de Fenzy en los comunicadores.

—Lalith, a este paso no resistiremos. —. Lalith y yo nos volteamos a ver preocupadas, hasta que sentimos un temblor, pese a esto, no podíamos detenernos. 

En el camino nos topamos con Sidmodius. Lalith me hizo una seña con el dedo en la boca, indicandome que guardara silencio, para después subir al recho y comenzar a moverse hasta estar a la altura de Sidmodius.  

Sidmodius volteó apuntandome con un arma, a lo cual levanté los brazos en señal de rendición, para después sonreírle de forma burlona. Lalith bajó del techo, para inmovilizar a Sidmodius y arrebatarle el arma. 

—Ni se te ocurra moverte. Llévanos con los Urloks. —Dijo para después comenzar a caminar apuntandole.

Sidmodius nos condujo por varios pasillos, hasta llegar a una sala, a la cual solo tenía acceso Sidmodius. Al llegar, vimos como los Urloks trataban de escapar de la celda, alegando entre ellos.

—Sí hay una forma de escapar. —Habló Lalith, haciendo que los Urloks nos voltearan a ver. —Por la puerta.

—Ni se te ocura. —Hablé esta vez yo, al ver como Sidmodius veía la salida del lugar. 

—Abreles, sabandija. —Dijo Lalith, a lo que Sidmodius pusó su mano en el sensor, abriendo así la celda de los Urloks. —Necistamos que nos ayuden, por favor. 

—Cuenten con nuestro apoyo. —Hablo el que parece ser el líder.  Los Urloks comenzaron a tomar sus armas, alistandose para salir.

—He liberado a los Urloks, chicos. —Habló Lalith a través de los intercomunidadores. 

—Lalith, también tenemos buenas noticias. —Habló Zak feliz al otro lado. —Tänpo...

—¿Tänpo? —Preguntó Lalith sorprendida.

—Ha vuelto. 

Ambas nos quedamos asombradas. Lo siguiente que pasó lo sentí en camara lenta. Lalith dejó caer el arma, a lo que Sidmodius se soltó de su agarre, para después correr rumbo a la salida, activando la alarma. 

—Maldita sea. —Habló Lalith. Iba a correr trás de él, pero Lalith me detuvo. —No tenemos tiempo, lo mejor es seguir con el plan y llegar a los contenedores antes de que nos encuentren. 

Corrimos por los pasillos rumbo a los contenedores, los Urloks destruían las puertas a nuestro paso. 

—Llegamos. Ahí están, esos son los contenedores. Tienen que unirlos todos al senrok. 

—Pero, si los unimos, al marcar el Kai todo explotaría. 

—Eso es exactamente lo que necesitamos. —Sonreí junto con Lalith de manera complice. 

—Entiendo. 

En ese momento entraron por uno de los ascensores de carga varios guardias. El líder Urlok, Lalith y yo los deteníamos en lo que los demás unían los contenedores. Cuando los Urloks lograban crear su pared, los guardias rapidamente dirigían sus disparos a las rocas que conectaban el sen.

Una Historia Diferente (Sendokai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora