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El Alfa había llegado hace tan solo unos minutos a su casa, una vez que entro notó el silencio, parecía que no había nadie, pero el sabía que no era así. Las llaves de Sam estaban ahí y había visto a Bumblebee en la entrada , el Autobot le había dicho que tenía que volver a la base.
Esa era la rutina de todos los días, Bee era el protector de Sam, pero tenía un trabajo y debía de cumplirlo , fueron órdenes del gobierno. Se la pasaba todos los días con Sam y al anochecer se iba, era así excepto cuando debía de salir fuera con Optimus.
Lennox camino lentamente sin hacer ruido hasta la habitación, la puerta estaba entre abierta, la empujó un poco y vio al Omega dormido. Parecía tan tranquilo y pacifico, tan diferente a como era cuando estaba despierto. Muy lleno de energía , se acercó a la cama y se recostó a su lado , el Omega estaba de lado , así Lennox aprovecho y lo abrazo. Al sentir la cama hundirse y sentir el cuerpo de su esposo Sam giró, quedaron frente a frente.
— Hola, no te oí llegar.— su voz sonaba ronca y algo baja, abrió los ojos un momento y los volvió a cerrar , se apegó más al Alfa , terminó por abrazarlo y metió su rostro en el cuello de William, olía delicioso. Se acurrucó y se volvió a dormir.
— Descansa pequeño.— sintió el suave aroma desprender de su Omega y lo noto , leve pero ahí estaba. El olor a fresas había aumentado, era más dulce, sonrió . Serían padres , estaba feliz y aún que quería hablar son Sam sabía que tenía que descansar , ya mañana hablarían.
