Sangre sucia [Hermione y tu]

Capítulo 6-Hogsmeade

El primer fin de semana de Hogsmeade fue el último fin de semana de octubre justo antes de Halloween.

Había estado estudiando los martes y jueves con Hermione durante una hora que parecía demasiado corta.

En realidad, debería pensar que fue demasiado tiempo para honrar a Hermione, pero parece que no puedo encontrar esa razón en mí.

Draco y yo nos hemos estado acercando.

Hemos llegado al punto en el que nos torríamos de la mano en los pasillos y nos abrazábamos incluso cuando había alguien allí.

Honestamente, era reacia a besarlo.

No estaba seguro de por qué era reacia, pero lo estaba, es casi como si una fuerza invisible me estuviera alejando y diciéndome que eso no era lo que quería.

Pero... No puedo entender qué podría ser eso.

Me desperté esta mañana recordando que iba com Draco a Hogsmeade para nuestra primera cita oficial.

Abro mi armario agarrando una simple falda verde y una camisa blanca con botones, me quito el pelo de la cara y lo agarro con alfileres.

Rociando un poco de perfume cítrico, salgo de mi habitación dirigiéndose a la planta baja del castillo, las pinturas se mueven animadamente.

Saludo a Astoria y Millicent, que estaban sentadas en un banco junto al manzano en el patio.

El camino a Hogsmeade cruza el puente y baja la colina hasta el hermoso prado cubierto de hierba antes de llegar a los cerdos.

Me encanta Hogsmeade, me recordó a los pueblos de Francia, donde las pequeñas tiendas bordean las calles empedradas, no un muco a la vista.

El pueblo de Hogsmeade era uno de los únicos establecimientos de magia que no tenía ningún tipo de muggles.

Es realmente triste: los muggles están tomando cualquier lugar que pueden, extinguiendo a los animales mágicos y a las tribus en peligro de extinción que han estado allí durante miles de años.

Pienso en esto mientras camino a HoneyDukes, donde Draco y yo acordamos reunirnos.

Se para en el mostrador mirando a un tazón lleno de palomitas de menta, le golpeo el hombro e inmediatamente se da la vuelta al verme y respira un suspiro de alivio.

"¡Gracias Merlín!" Él exclama. "Pensé que eras uno de esos pequeños y molestos terceros años.

"Cuidado, Draco", advierto. "Eramos esos pequeños y molestos terceros años el año pasado".

"Sí... pero éramos mucho más dignos y superiores en comparación con ellos", dice mientras sus ojos deambulan por mí.

"Si tú lo dices..."

Puse los ojos en blanco, agarrándole de la mano, lo llevé por la tienda de dulces comprando docenas de dulces que la mayoría eran claramente comestibles, pero la otra mitad era muy cuestionable.

Salimos de un par de bolsas y manos en nuestro camino a tres palos de escoba que estaban al otro lado del pueblo.

Pasamos por Harry, Ron y Hermione, y los chicos miraron fijados a Draco y a mi,  podía escuchar el murmullo de Draco en voz baja.

Le sonreí tímidamente a Hermione mientras los dejamos en la calle principal mientras continuábamos nuestro camino hacia los tres palos de escoba.

Hermione P.O.V

"Por favor, dime que Yaxley no  te sonrió", dice Ron, mientras caminamos hasta Zonkos por primera vez oficial de Harry dentro de la tienda de chistes.

Yo ciendo los ojos mirando a mi amigo pelirrojo.

"Te imaginas cosas", digo a pesar de que recordaba claramente que ella me sonrió.

Era una sonrisa vacilante, por supuesto, era una sonrisa vacilante, por supuesto, no esperaba nada más, pero, sin embargo, ella me sonrió.

"Sí, lo hizo, te sonrió", dice Harry, con las cejas fruncidas.

"Y si lo hiciera? ¿Es realmente tan malo?", digo, sintiendo que mis mejillas se calientan.

"¡Mírate! ¡Te estás sonrojando! ¡En realidad te estás sonrojando!" Ron exclamó.

"No te gusta, ¿verdad?"

"¿Qué estás insinuando con Ron?" Gruño sabiendo muy bien lo que quería decir.

"Tú", impide que Harry se ponga una mano en el hombro.

"Le preocupa que estés siendo ingenua", dice Harry.

"¿Yo? ¿Ingenua? ¡Al menos no soy yo el que se arregla con su muñeca Krum cada vez que tengo la oportunidad!" Grito, pisando fuerte hacia Zonkos.

"¡No lo hago!" Dice  nervioso mientras seguía detrás de mí.

"Si lo haces!"

"Dejen de discutir..." Harry suspira sumiso.

"Voy a encontrar a Ginny, déjenme en paz", digo subiendo las escaleras de la tienda llena de colores.

Mil ruidos vienen de todas partes, cada uno de ellos de una fuente que no puedo nombrar.

Cojo una caja de palomitas de maíz de fuego de dragón antes de ver a Ginny de pie con Luna junto a las pociones de amor.

Le pago al vendedor un par de hoces y camino en su dirección.

"Hola, chicas", digo.

"¡Hola, Hermione!" Ginny dice mientras me saluda. "¿Dónde están Harry y Ron?"

"Oh... en algún lugar, los dejé abajo", digo casualmente.

"¿Oh, Ron siendo un cabeza de alfiler otra vez?" Ginny se ríe.

Miro detrás de ellos observando las burbujeantes pociones de amor rosadas, me pregunto si realmente funcionan.

No es que realmente usara uno, pero por supuesto que tenía curiosidad.

Ginny, Luna y yo dejamos a Zonkos despidiéndose de Ron y Harry antes de salir de la tienda y subir por el camino a Hogwarts.

Veo a Y/N sentada con Malfoy en el prado al lado de Hogsmeade.

Ella tira la cabeza hacia atrás riéndose de algo que él dice, ya sea por cortesía o si en realidad pensó que era gracioso... No lo sabía.

Ella ha sido mucho más amable conmigo cuando estudiamos, a veces hace dibujos en mi cuaderno como referencia.

A ella le gusta encantarlos para que se vean y actúen como fotos mágicas.

Ella está sentada frente a él, vestida de manera sencilla, pero, con elegancia, su cabello está más hecho de lo que suele tener.

Nunca la había visto esforzarse tanto...

Los girasoles a su alrededor se ven más brillantes que cuando no estaba en medio del prado.

Y si es posible, la hierba también se ve más verde... sus ojos azules contrastan mucho con los otros dos colores neutros.

"¿Hermione?" Escucho la llamada de Ginny. Se habían detenido por mí en el camino.

Ni siquiera me di cuenta de que había ralentizado mi caminata, pero apenas me movía por el camino.

Sacudo la cabeza y corro a encontrarme con ellas.

"Lo siento... Me distraje", digo. Se miran la una a la otra antes de asentir con la cabeza, continuamos nuestro viaje de regreso al castillo en silencio.