Sangre sucia [Hermione y tu]

Capítulo 34- Acabas de perder

Hermione se apartó y me sonrió, una de sus manos buscaba los botones de mi camisa mientras que la otra estaba enrollada en mi cabello.

Coloqué mis manos en su cintura moviéndolas lentamente hacia abajo.

Contengo la respiración mientras lucha por desabotonar mi camisa, me río en voz baja para mí misma mirándola a los ojos.

"Eres tan lindo", sonreí y terminé el trabajo arrancando los últimos tres botones.

Sus ojos se agrandan cuando la hago girar y la aprieto contra la pared, besándola ruda pero apasionadamente.

Beso su cuello dejando marcas aquí y allá y cuando llego a su parte sensible sonrío y succiono el lugar entre su clavícula por más de un minuto.

Se le entrecorta la respiración cuando le desabrocho la chaqueta y me la quito con impaciencia. Debajo hay una camiseta sin mangas blanca que me quito rápidamente y revela un sostén de encaje rojo que me oculta sus hermosos senos hechos por la naturaleza.

Casi enojada, me aparta y comienza a desabrocharme los pantalones y los baja para mostrar mi ropa interior negra, diferente a la suya, que ahora me muestra bajándose sus propios jeans.

Un conjunto de lencería a juego, es casi como si ella hubiera planeado esto, y conociéndola, probablemente lo hizo.

No pude contenerme, me acerqué a ella y la levanté y la llevé escaleras arriba mientras me señalaba el camino a su dormitorio.

Jadea cuando la dejo caer sobre su gran cama tamaño queen que ocupaba la mayor parte de la habitación.

"Espera..." dice mirando mis ojos hambrientos, los suyos llenos de lujuria y tentación.

"¿Qué?" Pregunto casi molesto porque mi fuego ha sido puesto en pausa.

"Solo-solo quiero decirte que te amo..." dice sonriendo.

"Yo también te amo", le digo y voy a desabrocharle el sostén, pero ella me detiene de nuevo.

"¿Por qué sigues haciendo eso?", le pregunto.

"Porque creo que antes de hacer algo tenemos que hablar", dice ella.

"¿Estás bromeando, verdad? No, por supuesto que no", suspiré.

"Tenemos que hablar de nosotros..."

"¿Sobre qué?"

"Bueno... te amo muchísimo... T/N pero necesito decirte algo y no puedes decirle nada a nadie jamás..."

Asiento con la cabeza.

"Harry, Ron y yo no vamos a volver a la escuela el próximo año..." Dice esto con tanta naturalidad que estoy tranquila hasta que lo procese.

"No vas a volver el próximo año-Hermione va a ser nuestro último año, ¿estás enojada?" digo en voz alta.

"Honestamente, me siento un poco enojado..."

"Pero, ¿por qué te vas a ir... y con  ellos ?", Digo con tal veneno que incluso el aire parece más frío.

"Sí... y no puedo decirte por qué me voy... pero cuando nos hayamos ido tengo el presentimiento de que tú y yo podríamos cruzarnos y cuando lo hagamos estaremos en lados diferentes de la guerra..."

"¿Qué se supone que significa eso de 'Mione?" gruño. "¿Crees que quería esto?"

"¿Crees que quería estar en el 'otro' lado de la guerra? Lo odio, pero como te dije, me matarán a mí y a todos los que amo si no estoy de su lado", digo poniéndome de pie. \

"No quise decir eso Y/N-", trata de interceptar.

"Oh, por  supuesto  que no quisiste decir eso Hermione, entonces dime... ¿cómo quisiste que saliera?" Yo digo.

"Sabes lo que no respondas a eso", le gruñí. "Y Hermione Jean Granger... Realmente espero que te des cuenta de que has perdido a tu único aliado en el 'otro' lado, y tienes razón... la próxima vez que nos veamos... no estaremos amantes seremos enemigos..."

Con esas últimas palabras dolorosas la dejé agarrando mi baúl y arrastrándolo lejos de su apartamento en Londres al callejón más cercano.

A una cuadra encontré un callejón oscuro, vacío y cerrado.

Me aparezco en el exterior de la pared de ladrillos que lleva al Callejón Diagon.

No podía irme a casa, todavía no...

Una vez que reservé una habitación en el bar más cercano, cerré la puerta, corrí las cortinas y lloré.

Lloré durante horas hasta que no me quedó nada dentro, hasta que todas esas emociones reprimidas y traumáticas se liberaron.