Sangre sucia [Hermione y tu]

Final alternativo

La guerra había terminado, Voldemort estaba muerto y se había ido para siempre, ya no estaba en este mundo.

Me senté en las escaleras con mi cabeza apoyada en el hombro de Harry, Ron a mi otro lado apoyando su cabeza en mi hombro, todos estábamos extremadamente cansados.

No solo por lo de hoy, sino por los últimos siete años.

No sabía dónde estaba Y/N, su padre intentó matarla, pero su maldición fue bloqueada por cualquier fuerza invisible, casi como lo había hecho Harry cuando era un bebé.

Sabía que ella necesitaría espacio, así que se lo iba a dar, lo que ella necesitara se lo proporcionaría.

"¿Hermione?" Escuché una llamada de voz detrás de mí, Y/N estaba parada allí con una carta en la mano, una cadena colgando de su palma.

T/N digo sonriendo.

"Ron, Harry", asiente con la cabeza a los dos.

Le devuelven la sonrisa antes de levantarse y dejarnos solos.

"Entonces..." dijo mientras me paraba frente a ella, su rostro estaba sucio y lleno de lágrimas mientras me miraba a los ojos.

"Entonces..." repito.

"Estoy viva", dijo, dándome manos de jazz.

Me reí y agarré sus brazos tirando de ella en un abrazo.

"Lo siento mucho Hermione, por todo soy una persona terrible... pero si me aceptas, trabajaré en mí misma y prometo ser mejor por el resto de nuestras vidas", dijo, tirando. apartó un poco para mirarme a los ojos.

"T/N, me quedaría a tu lado en el infierno y de regreso, casi lo hacemos también", le digo, pasando un cabello suelto detrás de su oreja.

Ella sonrió.

Me inclino y encuentro sus labios, cubiertos de ceniza pero sin embargo con un sabor demasiado familiar, se siente como en casa en todo momento.

La agarro con más fuerza que nunca sin querer soltarla.

"Hermione..." Ella dice mi nombre tan dulcemente contra mis labios.

Ella se aparta y me mira.

"¿Qué?" Me río.

"Eres tan perfecta..." Ella sonríe.

"Recuerda la promesa que hicimos..." Ella comienza a mirarme fijamente a los ojos. "¿El de cuando estábamos en la estación de esquí?"

Asiento recordando esa promesa especial que habíamos hecho.

"Ambos tenemos diecisiete... así que Hermione Jean Granger... pregunto esto una vez más y esta vez lo digo en serio... ¿te casarías conmigo?"

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El Gran Salón estaba decorado con flores blancas, blancas, luces blancas.

En lugar de mesas, había sillas alineadas a ambos lados del pasillo.

Una pasarela blanca dispuesta en la pasarela, para el destino el altar.

El altar en sí estaba decorado con flores blancas y un hombre del ministerio estaba de pie frente al altar.

Las velas que normalmente flotaban sobre nuestras cabezas ahora eran burbujas de luz.

Había música sonando, a la deriva por el salón, cientos de invitados estaban esperando el evento principal;