hospitalizada

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La bandeja con comida estaba llena, el arroz estaba frío, sus cubiertos intactos y el vaso de agua vacío.

La boca de la chica se negaba a probar un bocado y no es porqué no quería, es el hecho de que no podía, su boca negaba dicha acción, como si fuera un delito meter un bocado a la boca.

Las lágrimas caían sobre las mejillas de Jennie, ya no aguantaba un día más en dicha situación, necesitaba salir y volver a su vida cotidiana, con tranquiladad, sin que nadie se preocupara por ella. Jennie sabía que eso ya no era posible, siempre estuvo al tanto de lo que decían sobre ella en el colegio, escuchando cada una de las palabras y rumores sobre ella y ahora no sería un secreto que se encontraba en dicho hospital.

–tengo miedo. –pensó.—tengo hambre–murmuró.–tengo, tengo nada. –miro la habitación del hospital mientras decía la frase.

y es que a pesar de tenerlo todo, Jennie no tenía nada, sentía que su razón para estar ahí en vida era nula, pero había algo que la motivaba.

llegar a su peso deseado.

los malditos 35 kilos.

La puerta se abrió dejando ver una figurita esbelta y alta. Era Rosé.

–Amiga..–dijo en un murmuro al ver a Jennie en la camilla, acercó una silla hacia la cama de su amiga y se sentó.–tienes la comida ahí, debes de comer.

–Hola.–habló jennie.–¿cómo estás?

–Tu que crees. –se hecho para atrás con la silla-puedes creer que había un papel diciendo que era mi culpa, era una nota.

A Jenn solo alguien se le vino a la mente, su anonimato.

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⏰ Last updated: May 27, 2023 ⏰

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