El cuerpo de rosé es tan bonito, tan hermoso, tan delicado. Tan, tan..perfecto.
Jennie no tenía palabras para describir el hermoso cuerpo de su amiga, lo admiraba tanto, quería ser como ella, quería tener su bello cuerpo.
Jennie se preguntaba, qué se sentirá tener el cuerpo de Park Rosseane, qué se sentirá ser ella, tan bonita y tan admiraba?, era una fantasía, un sueño que sólo como eso quedará. Porqué jennie estaba gorda.
Gorda.
y gorda.
Eso creía jennie, eso creía que era ella, así se veía al espejo, como una persona gorda, aunque sus huesos de la clavícula se notaran y sus piernas tenían un hermoso espacio entre ellas, estaba gorda.
Una cerdita, como ella se decía.
Y allí se encontraba jenn, llorando mientras un pedazo de pastel se dirigia a su boca para luego escupirlo, tenía miedo, tenía tristeza, pero sobre todo, tenía hambre.
Sí, hambre.
