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La pelea los había dejado con golpes por todos lados. Brazos con quemaduras, moretones, quizás algo de sangre por aquí y por allá. Sin embargo, a pesar del dolor, Aizawa no les había permitido ir donde Recovery Girl. Sus besos sanadores serían para otra ocasión y ahora ambos debían arreglárselas entre limpiar toda la residencia y curar sus heridas ellos sólitos.

Porque a pesar de haber "limado perezas" aún no tenían ni la más mínima idea de como debían tratarse ahora. ¿Debían ser amigos por siempre y para siempre? No, Izuku sabía que Katsuki no cambiaría tan fácil y Katsuki no cambiaría ni por el discípulo de All Might.

Entonces ahí estaban los dos, limpiando las ventanas, apenas se habían dicho unas palabras, pero ninguna mención sobre la pelea, sobre las confesiones que iban soltando entre cada golpe que se daban.

Izuku era el portador del One for All y Katsuki el número uno. Lo único que los uniría sería aquel secreto que Izuku no supo guardar y apenas vio la traición en los ojos de Katsuki, corrió para gritarselo, con aquella necesidad de explicarle a Bakugo que jamás le mintió.

En ese entonces Katsuki no le tomó importancia, pero no lo olvidó, no, lo que Izuku dijera o hiciera, ciertamente siempre era recordado por él, pero jamás lo admitiría.

—Kacchan, pasame la cubeta —Izuku pidió. Seguía con el trapo en la ventana, sin mirar directamente al otro.

—Mmh —hizo un sonido con su garganta, como si estuviera afirmando que lo escuchaba para luego alcanzarle la cubeta.

El silencio volvió a reinar. Todos se habían ido a clases y ambos sentían que estaban perdiendo demasiado tiempo dentro de la residencia. Si querían subir a la cima, estar limpiando ventanas no era exactamente la mejor opción, pero no podían enojar más a Aizawa.

—Kacchan...

—¿Qué? —gruñó, dejando de aspirar el maldito suelo. Giro a verlo, con el ceño fruncido, apuñalando con sus ojos carmesí a Izuku.

—¿T-te...te duele?

Katsuki tardo en entender, hasta que vio los ojos verdes de Izuku ir hasta su mejilla que estaba inflamada por el puñetazo que le había dado. Inconscientemente sintió dolor, una picazón para recordarle que había estado muy cerca de perder aquella pelea.

—Métete en tus asuntos, Deku —escupió volviendo a sus labores.

Otro silencio, más incómodo que el anterior. Respirar se volvió pesado y es que Izuku tenía tanto por preguntar y aclarar. Katsuki por su parte, no sabía si debía dejar en claro que su actitud no cambiaría, que seguiría luchando con dientes y garras para subir a lo más alto y que Izuku seria su eterno rival.

Siempre lo fue.

Con peculiaridad o sin peculiaridad, Izuku siempre estuvo ahí, tratando de retarlo a pesar de temblar tal cual perrito mojado. Eso le molestaba de sobremanera a Katsuki, su ego le decía que debían ser los mejores quienes debían retarlo, pero no, era un flacucho pecoso quien siempre quedaba al final, levantando sus puños mientras sus rodillas temblaban y aunque Katsuki lo derribada, al día siguiente volvía a verlo, otra vez de pie, listo para seguir corriendo hacia su meta, siendo una piedra molesta para el plan de vida de Katsuki.

Porque Bakugo Katsuki era perfeccionista. Tenía un plan de vida, una dieta que seguir, un horario para todo. Metas que cumplir y para eso usaría a las personas como mejor le convenía. Kirishima era lo más cercano a una persona que toleraba, pues en muchas ocasiones le sirvió de escalón para avanzar y al parecer a él no le molestaba.

Izuku si lo molestaba a pesar de sus tontos halagos.

—Ya terminé, iré a lavar los trastes y veré que hay para cocinar, dentro de unas horas los chicos regresarán y deben estar muy hambrientos. Quizás deba pedir permiso para salir y comprar algo, aunque dudo que Aizawa sensei me lo permita, pero...

—¡Deja de murmurar! —gritó—, ¡Ni se te ocurra tocar algo de la cocina! No sirves —Dejó la aspiradora y se fue para la cocina.

—K-kacchan, aún estas herido como para cocinar, tus manos sufrieron m—Se calló cuando Katsuki lo señalo con un cuchillo.

—Tu también estas hecho mierda y aquí entre nos, aunque estuviera sin un brazo, cocinaria mejor que tú —aclaró, dejando muy en claro que nadie lo detendría de hacer la jodida comida.

Izuku no podía refutar ante tan buen argumento. Nadie era mejor cocinando que Katsuki.

—Tienes razón, entonces yo iré a terminar de aspirar —Dio media vuelta para irse,pero regreso—, pero si necesitas ayu...

—¡Piérdete Deku!

Se fue corriendo, pero regreso de nuevo.

—¿Qué harás?

—Cocinare tu jodida cabeza si sigues jodiendo —Empezó a sacar cosas del refrigerador. Mientras que Izuku seguía en el marco mostrando sólo su torso y cabeza.

—Katsudon sería una buena opción.

—Solo para ti, solo sabes comer eso —arrugó el ceño cuando le dolió un poco sujetar bien el cuchillo.

—B-bueno, solo decía.

—Jodido Deku, solo déjame hacer la puta comida de una vez.

—Okey...

Izuku se fue a su labor y Katsuki suspiró.

Aquella tarde, cuando todos se sentaron a comer, en la mesa estaba servido un delicioso Katsudon.

Holi, soy Cece y esta es mi primera historia

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Holi, soy Cece y esta es mi primera historia. Estaba un buen tiempo leyendo muchas historias katsudeku y me di cuenta que tengo muchas ideas para plasmar. En especial con ellos dos en la UA. Aunque no soy nueva en el fandom y tengo más de seis años escribiendo para otros fandoms, es mi primera vez escribiendo sobre bakudeku, así que espero les guste y den mucho amor. Esta historia será super cortita, pero será el inicio de otras muchas historias. 

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Nuestra Culpa || BkDk ~Finalizado~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora