Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo se han peleado a muerte. A partir de ahí ambos no saben cómo debe continuar su relación de odio y rivalidades. ¿Deberían ser amigos? No lo saben, pero quizás las cosas cambien cuando sin darse cuenta, empiezan a conoc...
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Las cosas iban bien, ya habia pasado dos semanas y Bakugo e Izuku iban de bien a mejor, siempre con sus peleas, pero mejor.
Nadie podía negar la buena dupla que eran en todo ámbito. Se complementaban y ellos lo sabían muy bien, aunque el orgullo de Katsuki no se lo permitiera aceptarlo por completo. Sin embargo, a pesar de las flores que rodeaban toda la situación, Izuku se sentía ansioso.
Él amaba al cenizo, pero Kacchan no decía absolutamente nada sobre lo que tenían. No estaba desesperado por ponerle nombre a su relación, pero Bakugo era impredecible, quizás hoy lo trataba bien y mañana no. No lo sabía y que no supiera lo que Kacchan pensaba, lo tenia intranquilo.
—Solo pregúntale.
—Todoroki, esto no es algo que pueda preguntar a la ligera. No quiero creer que todo esta en mi cabeza —Izuku jugaba inquieto con sus manos.
Todoroki no dudo ni un pestañeo en decirle a Midoriya que sabía sobre sus sentimientos por Bakugo y la rara relación que tenían (como buen fan de la pareja) Así que ahora era una especie de consejero para el peliverde.
—No está en tu cabeza —Se metió una bocada de soba y continuó—: Bakugo te hubiera dicho algo ya si a él no le agradara la situación —habló ofreciendo su plato a Izuku.
—No, no tengo hambre —rechazó el plato. Shoto no dijo nada y siguió comiendo en aquel concurrido comedor.
Ambos habían decidido sentarse juntos en una mesa algo apartada, a pesar de la mirada asesinada que ofrecia Bakugo tres mesas más adelante.
—Hablar... nunca hemos sido buenos al momento de hablar, siempre terminamos peleando y preferimos solo estar juntos.
—Tu fuiste quien me empujó a hablar con mamá. Ahora qué se lo que ella piensa y siente sobre la situación, me siento tranquilo. Ahora yo te digo, ve y habla antes que sea demasiado tarde.
—T-tienes razón. Si no hablamos, sería nuestra Culpa que todo quede en un quizás —Midoriya se levantó, luciendo determinado.
Shoto se sintió orgulloso y observó como Izuku caminaba a paso firme fuera del comedor. Bakugo solo lo observó sin intención de seguirlo.
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