Garras y Colmillos

Capítulo 1: Los héroes

Antes de continuar tenemos que poner un nombre a ese tipo de criaturas, pero los científicos ya hicieron ese trabajo por mí, el nombre que pusieron fue velociraptor. Si, eran dinosaurios, osea que en esa isla viven los últimos dinosaurios del mundo. Además así es mejor, no me gustaba llamarlos monstruos, ya que matan a otros animales para sobrevivir y no como una afición.

La vida de los pequeños era simple, jugaban, dormían y comían la carne que sus padres conseguían para ellos. Pero, un hecho cambiaría su vida para siempre...

Una noche, Garras y Colmillos daban un paseo con sus padres cuando Garras vio una cosa extraña.

-Mira Colmillos- dijo Garras- hay una roca en forma de tobogán, vamos a jugar.

-Si , será divertido- respondió Colmillos.

Fueron corriendo y empezaron a subir y bajar en la roca como si fuera un tobogán. Pero en las alturas, unos animales mucho más grande que los pequeñajos, con unas alas de piel, pero no como los murciélagos, si no piel más gruesa porque tenían una capa más, así que las alas no son translúcidas, además tenían el cuerpo cubierto de plumas simples como pelos, incluyendo toda la superficie de las alas, una cabeza alargada,un largo pico y también una larga cresta, una cola muy corta y un cuerpo flaco, uno lo tenía tan flaco que se les veía los hueso, les espiaban, así es, les espiaban unos pteranodones.

-¿Qué miras, Ptera?- dijo uno de los 3 pteranodones que estaban en las alturas.

-Estoy pensando cómo cazar a esas crías de velociraptor.- Ptera respondió el pteranodon- ¿te imaginas cenar unas crías de velociraptor, uno de los mayores depredadores de este desierto?.

-Ptera, no seas tonto,- le respondio enfadado dijo su compañero- estan tan felices i estan jugando signifaca que estan bajo la proteccion de sus padres, hasta a lo mejor una manada entera de velociraptores, sabes que peligroso seria meterse con una manada de esas criaturas, aunque somos mas grande nos matarian.

-Pero Don, tengo hambre- dijo protestando.

Pues vamos a pescar algunos peces en la costa, que está cerca- respondió Don- vamos como te llames- le dijo al otro pteranodon.

-Tu no me mandas- dijo susurrando y enfadado Ptera.

Ptera no se movió y lo último que escuchó de los otros dos es que Don dijo al otro pteranodon (que ni siquiera sabe su nombre) que si pesca un gran pez se lo deje y que él podía conformarse con los pequeños. Pobre el Tercero, (como Ptera lo llama) era como el esclavo de Don.

-Garras, tengo una idea- le dijo entusiasmado Colmillos.

-¿Qué idea?- pregunto Garras.

-¿Y si para que sea más divertido bajamos a la vez?- le respondió Colmillos.

-Vamos a hacerlo- dijo Garras preparándose.

Los dos pequeñajos subieron a la piedra tobogán,bajaron con los ojos cerrados gritando "YUPIII". En ese momento, Ptera prendió el vuelo y cogió a cada uno con una de sus patas. Los hermanos siguieron gritando con los ojos cerrados.

-¡Tienes razón Colmillos, bajar así es más largo y divertido!- dijo gritando Garras.

Ptera ya estaba relamiéndose cuando los otros dos animales alados se acercaron sabiendo que ya había atrapado a las pequeñas criaturas.

-¡¡¡COMO TE LLAMES, LLEVAME ESAS CRÍAS QUE TIENE PTERA Y TE DARÉ UNA DE ELLAS!!! - gritó Don.

Al escuchar el grito, los hermanos abrieron los ojos y se dieron cuenta que un monstruo volador los había cogido y el desierto ya quedaba muy lejos. ¡Estaban sobrevolando un frondoso bosque!