Mighty Hope

III

El mismo día se había repetido alrededor de 150 veces, veces en las que ya tenía aprendido de pies a cabeza todo, calles, rutas, eventos, su ceremonia, los comentarios de sus compañeros y por supuesto, Bakugo.

Izuku había pasado de ser un chico tímido que se trababa con una simple palabra a ser un malhumorado sarcástico, en pocas palabras, similar a un empleado en un trabajo mal pagado o un estudiante universitario en sus últimos meses de carrera.

Gracias a eso, sus habilidades regenerativas terminaron por volverse igual de efectivas que el quirk de recovery girl, claramente a costa de un poco de su sanidad mental.

Con ello ha podido mantener un mejor registro de que decir/hacer y que no, sobreviviendo 1 mes y medio... Veamos cómo le va.

Izuku: ¡¿Cómo que tengo que hacer un reporte acerca de la historia de los quirks en dos días?!

Profesor: Verás chico, en términos de inteligencia eres mejor que todos aquí, aunque Bakugo esté a la par contigo, me encanta ponerte retos que ambos sabemos que puedes cumplir, ¿o me equivoco?

Izuku: (exhala) Si profesor, tiene razón...

Profesor: Además, si tus notas salen bien para el final de año, fijo tendrás asegurado tu pase a UA o Shiketsu.

Izuku: Quizá pero ni crea que haré a mano esta cosa.

Profesor: Venga Midoriya, si no confiara en tus capacidades te dejaría la asignación como al resto.

Y así, el profesor se marchó mientras él pecoso sonreía por obligación y suspiró, su molestia era notoria pero nada era comparado con aguantar otra ronda de comentarios estúpidos por parte de Bakugo.

Izuku: ¿Qué quieres ahora?

Bakugo: Has mi trabajo.

Izuku: ¿Cómo dices?

Bakugo: Lo que has oído, sé que tú tienes dos días pero a mí me da pereza hacer el mío, nerd.

Izuku: Viniendo del segundo más listo, no veo porque sea un insulto.

Bakugo: ¿Qué...?

Izuku: Lo que oíste tarado, no tengo por qué hacer tu tarea.

El rubio empezaba a cabrearse, no obstante, sabía que sería un desgaste pelear con el pecoso, no sólo se recuperaba de sus explosiones más rápido, sino que también le devolvía los golpes, haciéndolo un oponente completamente formidable para sus expectativas.

En términos simples, sólo lo molestaba por diversión sabiendo que es un candidato a rival.

Bakugo: Supongo que no, pero no lo olvidaré Deku.

Izuku: ¿Y qué harás? ¿Amenazarme con explosiones?

El pecoso se rió de ello y caminó al otro lado del pasillo, después de todo, ¿qué más podría hacer?

Izuku: Bien... ¿Qué debería hacer? Quizá el día de mañana haga mi trabajo o seguir entrenando.

Lastimosamente para el pecoso, este terminó chocando con un compañero que tenía un miedo notorio en la cara.

Izuku: Oye, ¿estás bien?

Extra: ¡T-tú!

Izuku: ¿Yo?

Extra: E-eres D-Deku... ¿no?

Izuku: Uhhhh, si, ¿cómo sabes ese apodo?

Extra: T-te peleas con Bakugo a d-diario...

Izuku: Si, ya parece deporte pero, ¿por qué preguntas?

Extra: P-por favor, ven conmigo.

El chico se llevó a un confundido pecoso quien simplemente no quería más bromas, mucho menos de gente que a sus ojos eran "irritantes", sin embargo, grande fue su sorpresa al ver a una chica de cabello con los colores del sol, su mirada indicaba la muerte y a su alrededor se encontraban varios compañeros del pecoso lastimados.