Your Love Is All I Need

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Mi jefa me anda chingue y chingue con el meme ese de Spiterman, a cada rato me anda diciendo "ponte a estudiar cara de verga" 💀💀💀 no se si ofenderme o reirme, en fin te amo mamá



¿Alguna vez has sentido que tu vida se vuelve una mierda total con forme pasan los días y tu único momento de paz es cuando duermes?

Estas al borde de la desesperación al no saber encontrar una salida, te rascas la cabeza con rapidez y te frotas el rostro frecuentemente, frustrado y cansado.

Luzu no sabía que hacer, toda su vida era un caos y al parecer las terapias junto con sus medicinas no lo ayudaban a calmarse.

"Si no lo hubiera conocido yo estaría bien" pensaba Luzu la mayor parte del tiempo pero se arrepentia minutos después. Su matrimonio era igual otro problema, un esposo omega el cual te reclamaba por cualquier minima y insignificante cosa que cometieras, cosa que se volvió costumbre pelear desde que abría los ojos cuando se levantaba de la cama la mayor parte del día.

Luzu no quería reconocerlo pero era infeliz, casarte con un omega para poder olvidar a otro , enterarte de que tienes un hijo que no sabes donde se encuentra o mínimo saber su nombre, buscandolo por casi 6 años sin tener un avance, que tu omega destinado esté feliz con otra persona dando a entender que lo suyo jamas paso y luego que tu actual esposo quiera obligarte a tener un cachorro, si él no tuviera la estabilidad suficiente ya estaría 6 metros bajo tierra.

Eran las dos de la madrugada encontrándose con los ojos bien abiertos siendo ya una costumbre por ese tipo de pensamientos que solía tener antes de dormir impidiendole disfrutar de un lindo rato de sueño antes de ir a trabajar y aguantar los reclamos de su esposo hasta en la oficina, decidió sentarse en la orilla de la gran cama matrimonial viendo sobre su hombro como el contrario permanecía plácidamente dormido sin preocupación alguna, dio un suspiro cansado y pesado, realmente quería dormir. Al final salió de la gran habitación procurando no despertar a su esposo y se dirigió a la cocina.

Cuando no podía dormir solía comer y caminar por el extenso patio de su mansión tratando de que el aire fresco de la madrugada lo calmara un poco.

Pensaba en lo difícil y complicada que se había vuelto su vida, el dinero nunca sería un problema para él pero su tranquilidad si. Su mente se mantenía ocupada en los recuerdos felices con el omega que le había brindado felicidad que con el paso del tiempo se convertían tristes y nostálgicos pero en lo que mas pensaba era en su hijo, su primogénito, el cachorro que había tenido con el omega que amaba y que lastimosamente no conoce.

Se preguntaba como estaría su hijo, si ya habría cumplido años, como estará manejando la adolescencia, que personas lo cuidaban, en que condiciones vivía, si ya a conocido a alguien que lo haga feliz o si sabe quienes son en realidad sus padres. Quería verlo, abrazarlo mimarlo y explicarle el porque no pudo estar con él desde que era un bebé, para desgracia de Luzu las cosas nunca salían como quería.

Del omega no sabía nada, solamente se comunicaba con él mediante cartas que provenían de diferentes lugares dando a entender que su paradero fuera un secreto para no ser investigado, en la mayoría de las cartas redactaban que él tambien desconocía sobre el paradero de su hijo desde hace casi 6 años los mismos que el lleva buscándolo. En una carta le había planteado la idea al omega sobre hablar personalmente e intercambiar información para poder dar al menos con la ubicación de su hijo pero el contrario nunca le contestó y decidió dejar esa idea a un lado.

Ese mes no había recibido la carta, Luzu se extrañó ya que solía recibirlas a principios o a mediados del mes, tal vez la sirvienta de la casa aun no revisaba el buzón o eso es lo que pensaba para intentar calmar sus nervios así que se dirigió a la entrada de su mansión para poder revisar y encontrar la famosa carta, para su sorpresa, del buzón sobresalían unos sobres blancos y algunas revistas, corrió en dirección al pequeño objeto y tomo todo de un solo jalón importandole poco que las revistas de moda y espectáculo de su esposo se quedaran en el piso.