Spreen... un alfa dominante, un chico mimado, revelde, atractivo, guapo, irresponsable y desmadroso, lleno de lujos y comodidades en su vida, hijo único de Vegetta y Rubius de Luque.
Roier..... un omega, un chico amigable y carismático, amigo de tod...
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Roier tenía una razón mas importante para no ir a la escuela o mas bien la única.
Esa razón era Spreen.
El tiempo paso tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos Spreen ya llevaba en la preparatoria 3 meses pero para el pobre de Roier le parecía que transcurrían días.
No era sorpresa que los de la preparatoria notaran que el lindo presidente de la institución ya estaba mas que harto del boludito ricachon.
Spreen se había ganado la atención de alfas, omegas y betas de la escuela, incluso los maestros querían a Spreen y quien no, niño millonario, heredero de una gran fortuna, guapo y atractivo, con un coche lujoso y su forma tan radiante de vestir, pendejo el que no se enamore de este muchacho.
Lastima que ninguna persona lograba llamar la atención del chico. Spreen solo quería la atención de una persona en especial y al parecer esa persona no lo quería ver ni en pintura.
Roier siempre había tenido paciencia.... pero con ese alfa no.
Con tan solo sentir su aroma le hacía cambiar de expresión rápidamente.
De tan solo escuchar su voz le provocaba suspiros profundos.... y no de la manera romántica.
Spreen parecía no notar que el omega no quería tenerlo cerca o si lo sabía pero prefería pretender que no.
Pero aunque Roier no quería admitirlo, Spreen empezaba a simpatizarle un poco..... y eso en gran parte le preocupaba.
Cuando conoció a Aldogeo en la primaria tardó en tomar confianza hacía él ya que Roier parecía muy atento a su alrededor después de huir con sus padres adoptivos pero con Spreen se empezaba a formar una pequeña confianza en el poco tiempo que llevaba de conocerlo, aunque a veces su presencia lo ostigaba demaciado.
A Spreen le agradaba estar a lado de Roier, ¿por qué?, ni él sabe.
Tal vez era porque el omega le ayudaba a conocer cosas nuevas, aunque el contrario solo lo hacía para que dejara de estar chingando. Un claro ejemplo de ello es cuando Roier le dio a probar un platillo Mexicano llamado Mole, al principio se reusaba a comerlo ya que según él parecía venenoso, pero para su sorpresa le gustó la comida
Roier sabía mucho sobre Spreen pero Spreen sabía muy poco de Roier.
Muchas veces el alfa ofrecía llevarlo hasta su casa pero él solo se limitaba a negar con la cabeza diciéndole que otro día podría hacerlo, era como el típico hoy no fio mañana si.
Como ahora era el caso, Spreen ofreciéndo por quinta vez llevar a Roier hasta su casa en su lujo auto.
