Extra: You're losing me

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Louis levantó las manos al finalizar de cantar Karma, sonriendo de oreja a oreja mientras el confeti se adhería a su cabello igual a copos de nieve en invierno.

Nunca imaginó que un proyecto tan ambicioso como The eras tour fuera a hacerse realidad algún día, pero después de meses preparándose para ese momento, componiendo y ensayando durante horas en un estudio de grabación con el corazón roto y la idea del amor desecha, estaba devuelta en el lugar que más amaba en el mundo: El escenario.

Habían pasado cinco años desde la ultima vez que se presentó frente a un público de esa magnitud y muchas cosas cambiaron desde entonces, sobre todo en los últimos meses.  

—muchas gracias a todos—exclamó, agitando su mano al caminar por la pasarela hacia el backstage. Le dolían las piernas, pero la adrenalina que corría por sus venas era superior a cualquier otra dolencia. En ese momento se sentía invencible—¡Los amo!

Sonrió de oreja a oreja, mirando hacía las graderías para saludar a cuantas personas le fuera posible. Le divertía ver las caras sonrojadas y eufóricas de sus fans, pero por sobre todas las cosas le llenaban el corazón. Sin embargo, cometió el error de pasar su mirada por la zona vip, donde lo único en que pudo fijarse fue el espacio vacío junto a su mamá.

Por un segundo, la visión de una mata de rizos bajo una gorra y la chaqueta de jean que le regaló a Harry para su cumpleaños lo enceguecieron, pero rápidamente, volvió la mirada al frente y forzó una última sonrisa antes de desaparecer bajo el escenario, donde el bullicio era apenas un murmullo lejano.

"No pienses en eso" se recordó, virando la cabeza al tiempo que se deshacía de los audífonos y el cable adherido al cinturón del pantalón. Sabía que si pensaba en eso su cabeza no dejaría de darle vueltas en toda la noche.

Del otro lado del pasillo vio a Niall aproximarse con dos botellas de agua y una toalla colgada al hombro, mientras agitaba una mano encima de su cabeza.

—lo hiciste excelente, Lou—exclamó, tendiéndole la toalla para que se limpiara el rostro, que se encontraba bañando en sudor. Louis le agradeció en un murmullo, haciendo un gesto con su mano en señal de que le acompañara hasta su camerino mientras se llevaba la botella a la boca—¿Cómo te sientes? No me imagino lo cansado que debes estar.

—en realidad, estoy bien—sonrió, caminando a la par del rubio por el pasillo. A su paso las personas lo detenían para felicitarlo y preguntarle cómo se encontraba. Después de tres horas y doce cambios de vestuario, era normal que se sintiera agotado. Sin embargo, era la primera vez en meses que se sentía con energía, en lugar de solo estar despierto y ocupar un lugar. De hecho, estaba orgulloso del trabajo que había hecho allá afuera, pues hace algunos años la idea de presentarse por tres horas le hubiera parecido imposible de lograr con su condición física—¿Dónde está Liam?

—fue al baño, pero dijo que lo esperáramos en el camerino—bajó la mirada para revisar su celular—Las ventas de Midnight se dispararon. Michelle me notifica que el álbum se encuentra agotado en al menos cinco tiendas.

—¿en serio?—agrandó los ojos, deteniéndose frente la puerta con su nombre. Aún boquiabierto, giró la perilla y se hizo a un lado para que Niall entrara primero. Una vez adentro, se deshizo de la chaqueta y tomó asiento en el sofá, donde Meredith dormitaba sobre una almohada—¡Eso es fantástico! ¿Sabes si sigue en los primeros puestos del top 100?

El irlandés asintió, tecleando algo en su celular.

—no ha bajado desde que el tour comenzó. Y hablando de eso...—estiró el celular con la ventana de twitter abierta en el hilo de tendencias—Eres tendencia mundial.

Long Story Short, I survived [LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora