capitulo 24

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Mientras iba de camino a mi casa junto a mi padre nos pusimos a conversar:

-Hija Alejandro es un buen muchacho, me da mucho gusto que sea tu amigo.

-Sí, Alejandro es muy bueno.

Llegando a mi casa mi madre se había sentado en el mueble, había puesto una película y había decidido verla hasta que llegamos y nos sentamos a platicar:

-Ángela, mi vida tu mañana me tenías que decir algo.

-Si madre, mañana en la tarde te diré algo, e invitare a Alejandro, madre estoy muy cansada voy a dormir.

-OK mi vida, que duermas bien me grito.

Mañana era el día, tendría que hablar con mi madre para decirle lo que me pasa, para decirle todo lo que estoy pasando, no sé porque pero todo esto a hecho que mis padres se preocupen mas por mí, a pesar de que solo habían sido 4 días, sentía todo el apoyo y el amor de mis padres.

-Ángela, oía como gritaban, Ángela despierta.

-Buenos días madre.

-Buenos días Ángela, te traje el desayuno a la cama.

-Gracias madre, pero no tenias porque hacerlo ya me siento mucho mejor.

-No te preocupes hija, no es ninguna molestia y a pesar de que ya no estés en el hospital aun sigues estando un poco débil, y no me hace daño consentir a mi hija aun que sea un día.

Se sentía tan bien que me trataran así por lo menos algunos minutos, es que para mi eran tan valiosos esos detalles, yo era de esas personas que pues no valoraban nada, se portaba tan mal con aquellas personas que ahora le hacen falta, pero a medida que crecía la falta de atención de mis padres fui valorando cada momento, cada detalle, cada risa, cada sentimiento.

-Madre, recuerdas que hace algunos días te dije que tenía que hablar contigo.

-Si Ángela, si lo recuerdo.

Ya casi era la hora en la que llegaría Ale, así que me bañe, me puse una falda rosa, una blusa blanca, me maquille un poco y decidí dejarme el cabello suelto.

Tocaron la puerta, y era Ale

-hola Alejandro dijo mi madre.

siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora