Al día siguiente el oso salió por la mañana lleno hacia dónde debí ir, pero si darse cuenta de que habían dos personas siguiéndole.
Cuando llegó al sitio unos hombres le llevaron a la sala de siempre y le ataron a la camilla.
X-Cuales han sido tus síntomas?
S-Vomito más sangre que antes, me siento cansado y mareado y siempre tengo frío.
X-Bien, está haciendo efecto, lo que te voy ha inyectar ahora es una mezcla de todo lo que te he puesto hasta ahora solo que le he añadido para que vomites más sangre.
S-...
X-Vamos bien, en la siguiente inyección ya habrá posibilidad de muerte—dijo mientras inyectaba—Esta inyección te dejara más débil y más vomito durante unos días, así que ven en unos tres días.
Después de inyectarle, cuando se dio vuelta para guardar las cosas Juan aprovechó y empezó a ahogar con su magia mientras Mayichi desataba al oso el cual estaba aturdido.
Cuando el señor ya estaba sin vida Juan intento quitarle todo el veneno con magia pero como la magia del hibrido oso era más fuerte no podía usar magia.
J-No puedo usar magia, la única solución es que con los días vaya soltando todo el veneno.
M-Pero por favor, dime que va a sobre vivir.
J-Va a sobrevivir, tranquila, ahora debemos llevarlo a casa, tiene que descansar.
M-Ayúdame.
Los dos se dispusieron a llevarle a casa, cuando entraron se encontraron con Victoria y Laila.
L-Osito?
V-Que le ha pasado.
M-Le han inyectado veneno.... Casi muere!—dijo entre lágrimas—
J-No va a morir tranquila, ayúdame a subir para dejarle en la cama.
Los dos le dejaron en la cama, cuando le dejaron bien bajaron al piso de abajo sentándose en el sofá quedando todos en silencio.
L-Que le ha pasado a osito?
Nadie respondió a eso solo se quedaron callados, no querían hablar de nada en ese momento.
[...]
Ahora se encontraban comiendo mientras de vez en cuando sacaban un tema de conversación.
De repente se escucharon unos pasos desde las escaleras, todos miraron hacia esa dirección viendo viendo a un joven de pelo azabache bajar un poco desorientado por las escaleras.
M-No no no, tú vete a la cama que necesitas descansar.
S-Eh? Quien sos?
M-Por favor Spreen, ahora no estoy para bromas.
S-Pero que haces en mi casa, y como sabes como me llamo.
Por el tono de voz ya se notaba que no era una broma, ese tono de confusión que portaba en la voz junto con las cejas fruncidas, se notaba que no era una broma.
M-No me recuerdas?
S-Podríais hacer el favor de iros de mi casa?
M-No por favor recuerda.
S-Lo siento pero no te conozco.
J-Vámonos Mayichi, mañana recordara, te lo prometo.