Empty Byakugan [Itachi Uchiha]

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-Dicen que el Daimyo sufrió un ataque hace unos días, un niño y un Jonin murieron en el ataque.-Sora continuó tallando el piso de la habitación que estaba limpiando mientras dos mujeres se encargan de atender a una de las mujeres más longevas del clan. Estaba castigada por culpa de su padre, había intentado encubrirlo por haber llegado ebrio y se echó la culpa por un jarrón roto, muy caro, lo peor es que ni siquiera le había agradecido antes de salir a beber nuevamente para ayudarse con la resaca.

-¿Qué hacía un equipo Genin en la escolta de Daimyo-Sama?-Preguntó la otra con sorpresa.

-Era el equipo de ese chico que se graduó de la academia con solo un año, el Uchiha.-Sora se detuvo al instante y levantó la mirada con sorpresa.

-¿Sora-Chan él no era tu compañero?

-Si.-Respondió mientras un sentimiento incómodo se planteaba en su pecho ¿El niño que había muerto era Itachi?

-Dicen que él salió ileso.-Soltó el aire que estaba conteniendo ante ese comentario, se llevó una mano al corazón, eso había estado cerca, no había vuelto a ver a Itachi desde que terminó la academia al año de entrar, actualmente ambos tenían 8 años así que era natural asustarse por la posibilidad de que un amigo muriera.

-Debió ser horrible para ese chico presenciar esas cosas.-Reanudó su tarea de tallar el piso sintiendo que lo que ellas decían era verdad, Sora nunca había visto a una persona morir pero tampoco se sentía lista para hacerlo.

-Escuche que ustedes eran novios en la academia.

-¡No éramos novios! Somos amigos que trabajan bien juntos.-Respondió mirándolas con reproche.

-Quizás deberías visitarlo, Hizashi-Sama te dará permiso sin problemas.

Sora se planteó la idea sin saber que decir ¿Visitarlo repentinamente? ¿Acaso eso no sería imprudente? Quizás si llevarán una amistad más cercana sería lo normal, pero presentarse mientras él atravesaba el duelo sin que fueran amigos cercanos sonaba más a ser entrometida.

Bueno, podía preguntarle el nombre del chico que falleció a su padre y rezar por su alma, esa parecía una manera más adecuada de manifestar buenas intenciones.

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-Una vez más, ahora liberando chakra.-Ordenó Hizashi con firmeza, Sora respiró lo mejor que pudo para tranquilizar su corazón, tenía entumecido todo el cuerpo por el entrenamiento de 4 horas pero no se rendiría, los entrenamientos de Hizashi eran sin duda despiadados pero tenían resultados, había logrado dominar el puño suave al nivel de chicos de 12 años e incluso había aumentado su cantidad de chakra, su control del mismo se estaba haciendo más agudo y aunque aún no lograba usar el Byakugan estaba segura de que todos esos méritos servirían para después.

Adoptó la postura correcta y acumuló chakra en su palma para liberarlo contra el tronco que estaba golpeando, sin embargo por el cansancio acumuló mucho chakra y pudo sentir que la madera se quebraba al instante, una grieta se extendió por la madera y en un segundo los pedazos cayeron al mismo tiempo con suavidad, como si en lugar de haber sido golpeado hubiera sido atravesado con una espada.

-Usaste demasiado chakra.-La corrigió mientras ella sentía que la respiración le faltaba nuevamente.-¿Te sientes mareada?

-N-No señor.-En realidad aún se sentía con energía, pero estaba agitada por la rapidez con la que estaba golpeando sin descansar.

-Tus reservas de chakra están aumentando por el entrenamiento, por eso te cuesta trabajo calcular la fuerza adecuada para golpear, cuando despiertes el Byakugan será más sencillo, al ver el flujo de chakra podrás usar la cantidad correcta.-Le hizo una seña con la mano indicándole que podía tomar unos segundos, se dejó caer al piso con la mayor elegancia que pudo y se concentró en inhalar todo el oxígeno que necesitaba.