Empty Byakugan [Itachi Uchiha]

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Caminó por las calles de la aldea sintiendo el cuerpo extremadamente cansado, ajustar los presupuestos después de los festejos de año nuevo había sido una locura, de no ser porque Shikaku estaba perezoso seguramente habría podido hacerlo solo y rápidamente, pero no, había tenido a todo el concejo día y noche trabajando mientras él planeaba los exámenes Chunin que pasarían hasta julio.

Entró a un pequeño bar restaurante para cenar, en realidad no era necesario teniendo en cuenta que Mikoto estaría esperándolo con comida casera humeante, pero para ser honesto prefería comer afuera. Estaba teniendo algunos pequeños problemas en su matrimonio ya que su mujer reclamaba que él no estaba apoyando a su hijo menor tanto como debía y ya puestos a pelear reclamaban otros tantos temas.

Sasuke saldría de la academia ese año y era el mejor de su clase ¿Que se supone que tenía que hacer para apoyarlo? Además tenía tareas más importantes que atender, su hijo menor estaría bien solo, después de todo era su hijo.

Cuando entró se sentó en una mesa cercana a la salida para que el frío lo mantuviera despierto, empezó a cenar con tranquilidad hasta que a mitad de la cena decidió dar un pequeño vistazo a la gente del lugar. Parecían ser solo familias, esperable teniendo en cuenta que muchos aún tenían vacaciones.

Estaba a punto de regresar a su cena cuando su mirada se vio atrapada por una mesa en particular.

-Feliz cumpleaños cariño.-Dijo un hombre de tez morena que le daba la espalda mientras tomaba las manos de una jovencita de ojos plateados.

Una Hyuga, Sora Hyuga.

Había pasado mucho tiempo sin ver a la chica, él casi nunca estaba presente en la asignación de misiones así que solo se enteró de que había ascendido a Chunnin porque Itachi se lo contó a Mikoto.

La chica había crecido mucho y si las cuentas no le fallaban debía estar cumpliendo 18 años, mirando a los demás jóvenes del lugar notó que todos la miraban de reojo, al parecer la encontraban atractiva. Fugaku nunca fue el tipo de hombre que va por ahí mirando a muchachitas o halagandolas por su belleza, le parecía un poco bizarro y para ser honesto no podía referirse a las chicas de esa edad como "guapas" o "atractivas" porque seguían siendo niñas para él. Pero por la cantidad de miradas que atraía podía concluir que era una chica popular entre los jóvenes de esa edad.

Y posiblemente no solo entre los jóvenes comunes, sino también su propio hijo. Itachi no era un muchacho muy expresivo ni con muchas amistades, estaba Izumi con quién salía regularmente, pero no creía que su hijo tuviera interés en ella más allá de una amistad, tampoco estaba seguro de que tuviera interés en la Hyuga pero existía la posibilidad.

-Perdón por la espera, el baño estaba lleno.-Una mujer hizo presencia en la mesa atrayendo nuevamente la atención de Fugaku que se había perdido momentáneamente en sus pensamientos. Por desgracia su cerebro había borrado completamente la identidad de la madre de la chica a pesar de que él la conocía muy bien.

Natsu Hyuga.

Con su cabellera color verde oscuro corta y su piel pálida, sus sonrisa suave y poco expresiva, parecía ser que los años no la habían cambiado casi nada.

"Si, salí con una chica Hyuga cuando tenía más o menos tu edad, por eso se lo que te digo." Ese comentario regresó a su mente, activando muchos recuerdos.

Recuerdos de él y Natsu Hyuga teniendo un romance cuando eran adolescentes.

Pidió una botella de sake a su mesa a pesar de que nunca había sido muy bueno bebiendo, contrario a las apariencias Fugaku era un hombre con más sentimientos reprimidos que liberados.

Por eso cuando la familia se alistó para dejar el lugar no lo pensó dos veces antes de ponerse de pie y caminar con algo de torpeza (bien disimulada) a la mesa.