Sus ojos cerrados solo dejaban escapar algunas lágrimas, aunque su esfuerzo era grande no lograba evitarlo. Lejos de todo y de todos, así se encontraba Matilda, sumergida en la soledad que la vida la había llevado casi sin darse cuenta.Abrio lentamente sus grandes ojos castaños, inundados de tristeza como muchas veces le solía ocurrir. Se levantó de su cama y a pesar del frío intenso debía dar comienzo a su semana laboral y sobretodo poder enfrentar los próximos exámenes, que por cierto la tenían muy ansiosa y ocupada. Guardó sus sentimientos en un lugar profundo de su corazón y se echó a andar por sus sueños, su nueva vida que había elegido hace no más de dos años.
En ese lapso de tiempo habían ocurrido tantos cambios que ni Matilda jamás lo hubiera imaginado.De ser una niña de una pequeña ciudad vistosa y bella como de almanaque, a estar instalada en una de las ciudades más importantes del mundo, Londres.
El frío traspasaba la calefacción del lugar, tomó el atuendo más confortable posible, pues Matilda al mirar por la ventana se dió cuenta que necesitaría mucho coraje para enfrentar la fuerte brisa helada.Un tazón de leche caliente no serie suficiente, entonces volvió a servirse, pero esta vez unos entrañables mates, infaltable para hacer memoria a sus raíces.
Los rayos de sol parecían perezosos esa mañana.Con su mano y bastante valentía limpio una pequeña parte del vidrio de la ventana, y como era habitual , su mirada se perdió en los recuerdos, más aún cuando se acercaba la fecha que marco su joven vida en dos partes, en el comienzo de una nueva etapa, en la decisión más importante que había tomado hasta ese momento.El ruido de su celular , indicando que un mensaje había llegado a la misma hora de siempre,la despertó de un sobresalto, tomó el nuevo aparato, producto de su mejora salarial del restaurante de dónde trabajaba hace menos de cuatro meses._Holaaa vamos te estoy esperando, o quieres que me congelé.😔
_Hola Isabela, ya salgo 🥱🥱
De prisa tomo su abrigo y su mochila, fue al encuentro de su querida amiga, de su hermana del alma.Caminaron en silencio producto del clima que las había dejado sin habla.Llegaron a la parada, ahí abordaron el ómnibus que las llevaría al restaurante.
No era un lugar de lujo, pero tenía lo suyo, especialmente porque atraía muchos turistas de Latinoamérica, por lo tanto conseguir ese empleo no fue difícil para las jovenes, ya que necesitaban personal que dominaran el idioma.El turno era de ocho horas diarias y luego de allí Matilda se dirigía a la universidad hasta la noche.Era una situación bastante complicada, que requería de mucho esfuerzo y perseverancia.Lo bueno es que no tenía demasiado tiempo para pensar en sus preocupaciones,pero igualmente estaban allí, latentes.
Llegar cada noche y encontrar la casa sin Isabela no había sido facil, si bien sus compañeras de vida eran buenas y amables, no eran como su mejor amiga, casi hermana.
Matilda cada noche se preguntaba si Isabela estaría bien ._Matilda que te pasa?_pregunto Lola mientras servía un té bien calentito.
_nada, solo que deseo que Isabela este bien, feliz.
_Porque sigues con esa idea tan extraña, ya te he dicho que no tienes que ser tan negativa._gruño su compañera de departamento.
_okey, todo parece molestarte, es solo una opinión, sensación, intuición _protesto Matilda mientras soplaba su taza.
_Uhhh tantos sinónimos para decir algo_sonrio Lola de forma burlesca.
Así se llevaban la mayoría del tiempo, como perro y gato, sin exagerar.En el fondo se querían muchísimo, pero sus personalidades chocaban como dos meteoritos.Era insoportable tolerarlas, mucho más para Yael, que era una joven totalmente tranquila, relajada y que al escucharlas discutir enseguida optaba por huir , intentando perder sus voces desde lo lejos, en su cuarto .
Pero así era la vida de Matilda, entre su trabajo y sus estudios, rodeada de sus mejores amigas Isabela, Lola y Yael, pero a pesar de tenerlas, igual se le hacía difícil olvidar su pasado, no muy lejano por cierto. Solía realizar largas caminatas que con el tiempo se transformaron en una rutina de fines de semana infaltable.Su mente volaba entre las nubes más lejanas, lugar inalcanzable, sitio de recuerdos tristes pero también de grandes sueños. A veces miraba detenidamente a las parejas que pasaban cerca suyo, inhalaba con resignación, pensaba y se preguntaba a sí misma, que se sentiría ser amada por alguien?.En eso su mente morbosa la llevaba a recordar a Vicente, entonces era en ese punto dónde solía quebrarse como un frágil cristal.
Un día comenzó a correr, se unió a un grupo de personas que entrenaban en ese parque frío y ventoso, a partir de ese instante fue la mejor terapia que pudo haber hallado en su vida .Al principio terminaba exhausta, pero con el tiempo fue adquiriendo fortaleza y resistencia.Asi se había construido su vida, con esas características,de lucha y ahínco atroz por dar vueltas las circunstancias hacia un lugar más sanador y confortable.A pesar de todo esto, Matilda llevaba forjando en su alma la soledad.
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Matilda
Teen FictionEl pasado suele ser una mochila difícil de llevar, el camino se hace más sinuoso y complicado de sortear.Matilda luchará para lograr la paz interior que tanto anhela, no le será nada simple porque deberá realizar un profundo crecimiento personal, l...