Matilda

Capitulo 4 Lágrimas

_No puedo ser tan estúpida, cómo es posible que me esté pasando esto,mierda _Matilda iba caminando mientras hablaba en voz alta, sin temor a que alguien la escuchara.Las lágrimas no tardaron en aparecer, caían tan rápido y fáciles, que sus ojos quedaron rojos.Camino y camino, no podía detenerse, sus piernas iban sin dirección alguna, sólo el andar parecía servir de catarsis a tanto dolor, furia y decepción.

_Lo vi , lo ví!_grito y rompió en llanto .

Su amiga Isabela la abrazo sin saber de lo que estaba hablando Matilda.Era muy tarde, estaba oscuro y en el pueblo ya nadie quedaba en la calle.Isabela invitó a dormir a Matilda, pero la joven no se atrevió a decirle que sí. Nunca quería ser una carga para los demás, entonces retomó su camino de regreso a su casa, no sin antes secar sus lágrimas y entrar tan rápido para que nadie pudiera notar su angustia. Igualmente a nadie le hubiera interesado, ni siquiera a sus hermanas, que en ese momento se encontraban mirando una película junto a la pareja de su madre.Algo que Matilda no podía entender, estaba decidida a no romper sus principios y valores, jamás se sentiría con un maldito miserable, como era ese hombre abusivo y violento.No podía comprender a sus hermanas.
Se tiró de lleno a su cama, y así nomás vestida paso la noche recordando los buenos momentos que había pasado junto a Vicente, sus besos, su sonrisa y sus halagos, no pudiendo negar que últimamente estaba extraño y distante, pero una traición la había tomado por sorpresa y le rompió el corazón. Ahí estaban,abrazados besándose en la plaza del pueblo, sin importar que alguien los viera.Cretino, insensible , había logrado hundirla en un mar de lágrimas.Cobarde y mentiroso, estaba jugando a dos puntas, y así la noche pasó rápido , casi sin darse cuenta el amanecer la encontró tirada en su lecho, abrazada a su almohada en posición fetal.
Desde ese momento decidió no sufrir mas por amor, negandose a nuevas oportunidades.

Su mano la paso por su pelo, su perfil era muy apreciable, se lo veía tan lindo y adorable, pero demasiado inalcanzable.Matilda lo observaba desde lo lejos, mientras Emma realizaba las tareas que le había preparado.Luego regresó a tierra, basta de sueños imposibles, se decía así misma Matilda.Continuo enseñando a la pequeña, tan chistosa y muy bonita como su hermano.Hacia ya tiempo que no sabía nada sobre Vicente, cuando se comunicaba con sus hermanas, prefería no preguntar. Lo último que supo de él, era que estaba sólo, su hermana menor,Sabina lo había visto en una tienda y el muy descarado se atrevió a preguntar por Matilda, por supuesto que Sabina exagero en lo absoluto de la maravillosa vida de Mati en e explicar la cara de sorpresa de Vicente, pues era común en él subestimarla.

Matilda se despedía de Emma, y emprendió su regreso a su departamento, triste por cierto,no comprendía porque ciertos recuerdos habían regresado a su mente, con el fin de acentuar su soledad.Nuevamente las lágrimas inoportunas rodaron por sus mejillas.