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Para mi grata sorpresa, la noche anterior había dormido bastante bien, por lo que el sueño de esta mañana solo había durado unas cuentas horas, lo que era suficiente para visitar la escuela, misma en la que ya nos encontrábamos

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Para mi grata sorpresa, la noche anterior había dormido bastante bien, por lo que el sueño de esta mañana solo había durado unas cuentas horas, lo que era suficiente para visitar la escuela, misma en la que ya nos encontrábamos.
Habíamos llegado a la escuela, realmente no para entrar a las clases. Esperábamos afuera minutos antes de la salida, Rindou y yo estábamos recostados sobre nuestras motocicletas mientras esperábamos que las ratas salieran.

—Aún sigo diciendo que esto es completamente innecesario, Ran —habló con un gran desagrado.

—Vamos Rin, sé que disfrutas ver sus caras de temor, ver como se intentan esconder antes de lo inevitable, además es solo para darles un pequeño susto antes de las ocho —mientras decía tales cosas, acomodaba mis trenzas y algunos mechones rebeldes.

—Tsk, si tú lo dices...

En realidad estaba de acuerdo con Rindou, era completamente innecesario, pero amaba llamar la atención de los demás, me divertía asustando a los que intentaban pasarse de listos en Roppongi, cuando en realidad no eran capaces de mantenerse cinco minutos en una pelea verdadera sin comenzar que suplicar por sus patéticas vidas. Los alumnos habían comenzado a salir, pero aún no veía a las ratas, quizás habían escapado, sea lo que hubieran hecho ya era tarde para escapar, las chicas comenzaron a soltar algunos gritos y el resto de alumnos a rodearnos, veía varias caras nuevas, ojos llenos de curiosidad con ganas de saber más de lo que el panorama enseñaba.
Saludé a unas cuantas chicas que pasaban por mi lado, algunos de sus rostros se me hacían conocidos, pero eso no significaba que recordará sus nombres, mientras que, por otro lado, Rindou se quejaba de las chicas que se intentaban acercar a él para saludarlo, tenía buena fama aunque siempre lo negará.

—Son tan ruidosas, es estresante —habló Rindou, quejándose una vez más, esta vez no estaba de acuerdo con él, los gritos de las chicas alimentaban mi ego, apenas era el primer día de clases, pero aun así habíamos logrado captar la gran parte de atención escolar, como siempre.

Había dejado de escuchar y ver a Rindo para concentrarme en mis pensamientos, mientras aun la sonrisa arrogante permanecía en mi rostro hasta que vi que estaba mirando fijamente a alguien, agache un poco más mi mirada, dando con una pelinegra de un color celeste verdoso, cabello no tan largo, pero tampoco muy corto al lado Mashimura, quién se mantenía seria, pero miraba atentamente nuestras acciones.

Mi mirada y el de la pelinegra seguían unidas hasta que la rubia decidió hablar, aun así dándome cuenta de que nos veía de reojo, al parecer no había aprendido la lección aún.

—Ran

—¿Qué?

—Los imbéciles ya salieron, ¿Quieres que hagamos algo ahora? —preguntó.

No le prestaba mucha atención a lo que decía, mi atención había sido captada por la pelinegra que acompañaba a Hashimura, parecían despedirse, ella se alejaba mientras que Akemi nos seguía mirando, pero no era importante ahora, la pelinegra me resultaba algo conocida, pero honestamente no recordaba de donde.

About Us || Hermanos Haitani [TRILOGÍA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora