About Us || Hermanos Haitani [TRILOGÍA #1]

04

—¿Qué acaso no sabes quién soy? —habló.

Una vena se había marcado en su sien, estaba enojado y eso era algo obvio.

Observé cautelosamente a mi alrededor, no era un buen lugar para iniciar una pelea, no había muchas personas caminando al rededor, lo cual era curioso, ya que algunas solo veían de reojo nuestra situación, y salían corriendo al verlo, ¿Quién era?, internamente me preguntaba eso, pero en serio estaba comenzando a considerar la idea de pelear, pero si la iniciaba probablemente mi madre tendría que venir a sacarme de las rejas, lo cual implicaría regresar a Shibuya.

Uno de los tratos con madre para quedarme en Roppongi fue que no me metería en problemas, solo estábamos a unas cuadras del edificio en el que vivía, podría correr pero él era bastante alto y delgado, no le sería complicado seguirme el paso y hacer algo en mi contra. 

Comenzaba a lamentarme por mis precipitadas decisiones, ¿Moriría?, no o sabía pero antes de hacerlo me defendería, no me iría de este mundo sin siquiera haber hecho el intento de salvar mi vida, con el no sería diferente.

—Bueno, si fueras alguien importante sabría quién eres, ¿no crees?  — su rostro fue un delirio.

Supe había dado en el clavo al ver su rostro estaba en unas cuadras del edificio y que me estaba quedando, pero no podía correr o me seguiría.

—Vamos por el mismo camino, niña —oh... ahora todo era diferente.

—...

—Estoy esperando una disculpa.

—Perdón —admití mi error— pero, ¿Cuál fue la necesidad de manejar tan lentamente y tan cerca mío como si se tratara de un acosador?

—No eres quién para decirme qué hacer al final de cuidar mejor tus palabras, niña —rodé los ojos.

Me mantuve en silencio mientras lo miraba, no sabía que responder, pero era claro que estaba enojado y yo no iba a recibir una disculpa. Si las miradas matara yo estaría bajo tierra, su presencia era bastante imponente sumando el ambiente incómodo que se había formado, no supe cuánto tiempo estuvimos de esa forma hasta que decidió irse no sin antes darme una advertencia, al ver que se marchaba mi cuerpo actuó por si mismo corriendo hasta el edificio, inconsciente me había puesto en la boca del lobo y eso era lo que quería evitar, pero sabía que no me lo iba a encontrar nuevamente, Roppongi era una ciudad grande y esto solo había sido un pequeño inconveniente.

—Ugh

Comia en silencio mientras aún seguía oyendo las quejas de Ran— Ya callate, superalo —hablé con fastidio al verlo.

—Que dices, ya lo superé —rodó los ojos.

—Ayer no decías lo mismo —me burlé.

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