Loveless
La habitación del hospital estaba igual de desolada, que cuando la enfermera infernal salió de ella, dejando sólo el cargador y el celular "por si alguien llamaba o enviaba algún mensaje", lo cierto era, que la única llamada que esperaba en ese momento era la del pequeñIMP, pero cada vez que pensaba en él su pecho dolía, no sabía que el amor podía doler tanto, no pensaba que fuera posible amar, de una forma tan intensamente ciegas, a pesar que el diablillo dijo que no podía acudir, una pequeña-GRAN esperanza, yacía en su pecho en ese momento, anhelando su llegada y que fuese él quien lo salve, pero...eso jamás ocurrió, con un suspiro pesado, y sin ánimos de moverse lo suficiente, se giró a observar caer los pétalos de las rosas infernales, como si la planta moribunda estuviera igual que su corazón, concentrado en su propia miseria.
De pronto, fué sacado abruptamente de sus pensamientos al escuchar la puerta abrirse, la presencia de quien ingresaba en la habitación no era de su total agrado, por lo que ni siquiera volteó a verlo.
—¿Vienes a ver que sus planes no funcionaron, como esperaban? — pregunté a la misma vez que jugaba con unos cuantos pétalos entre mis dedos acariciando su tersa piel — O...¿vienes a terminarlo por ti mismo Andrealphus? —
El demonio aviar alzo sus brazos en descontento acercándose lentamente hasta la cama — ohh vamos my dear...no seas dramático, digamos que...si no fuera por mí, mi dulce hermanita habría terminado con tu huesudo trasero y en este momento no estarías con vida...— camino hasta el costado en donde Stolas se encontraba recostado.
—¡Si, no fuera por ustedes, jamás debería haber estado en peligro en primer lugar! — alce la voz algo molesto dirigiendo una mirada de completo desagrado, incorporándome en la cama, cuidando de no dañar más la pierna fracturada.
—Ten cuidado, no te vayas a lastimar— trato de estirar sus delgados brazos para ayudar al búho, pero la mirada de desprecio que le dirigió lo obligo a retroceder.
—Sí, te importase como dices, no habrías participado de esto, ¡no digas tonterías! — Cruce mi brazo por sobre mi hombro dañado.
—Stolas...cariño...no seas melodramático, ambos sabemos que éstas heridas para ti no son nada ¿o si?, en menos de una semana, esos huesos estarán igual que antes y será como si nada de esto hubiera ocurrido, además...— el demonio, llevo sus brazos hacia su pecho y se recostó en el borde de la cama, sentándose a su lado — debo confesar, que yo, no sabía realmente las intenciones de Stella...—
—No te creo Andrealphus, ¡tú me odias! — la rabia y la indignación salían de forma natural de mis labios — ¿porque mejor no te marchas y me dejas descansar, de ustedes por lo menos un momento?
—Darling...no te miento, es así, a penas descubrí que Stella había enviado a ese diablillo a asesinarte, le pedí que se detuviera, aunque no lo creas, use a Via para esto. —
—Via? No metan a Via en esto por favor...no quiero que se entere de lo perra cruel que puede llegar a ser su madre—
—Me enterneces cariño...una de las cosas que yo jamás pude hacer fue darte un huevo, y ¡mírate!, ¡eres un padre sensacional!, no sabes los celos que me dan Stolas...— Comenzó a acariciar las plumas despeinadas del hombro herido del búho.
—De todas formas, no quiero que Via se entere de nada de esto, y ¿A qué viene esa estupidez después de casi, lograr asesinarme? —
—Darling, Darling...tal vez para ti, fui solo una etapa universitaria, pero para mí, Stolas...para mí fuiste el único y gran amor de mi vida, si no hubiera sido por ese estúpido compromiso, que te ataba a mi pequeña hermanita y el respeto que le tengo al matrimonio Real, yo, sería tu esposo, y no mi hermanita y lo sabes...—
—Sí, lo sé, pero me casé con ella y yo jamás- —
—Tú jamás qué? ¿Pájaro mentiroso?, ¿jamás la engañarías con ese IMP?, no me digas que lo confundiste con ese presunto amor que decías tener en... ¿cuándo? ¿Tu infancia? ¿Por un payasito de circo? ¿Un bufón?, Stolas, cariño, ¿sabes acaso que dirá Paimon? Tu padre, si se entera de todo este escándalo, un Ars Goetia divorciándose por un affair, con un plebeyo, un sucio IMP de baja reputación, y no solo eso my dear, el pequeño detalle es...que eres tan ciego, que, casi mueres esperando a ver si tú eres igual de importante para él, como él lo es para ti o ¿me equivoco? —
La cara del búho cambio a una llena de inseguridad — ¿c-como sabes eso? —
—Mi hermanita lo comentó, como si el haberte quebrado un par de huesos, y el haber puesto a prueba al IMP y su amor por ti, fuera suficiente, para complacerla, y trata dichos acontecimientos como una medalla, para ella, tu desgracia es un triunfo— Al notar su alma expuesta aprovechó de rodearlo con sus brazos— Stolas...my love, de todos estos seres malditos y condenados en el infierno, soy el único que realmente te ama, no por tu status, no por tu sabiduría, nada de eso, Stolas, yo te amo, por quien eres, y solo quiero que entiendas eso, quiero que sepas, que si acudí a Stella por la separación fue solamente por estar a tu lado nuevamente— los agiles dedos de Andrealphus subieron con cariño, hasta la mejilla de Stolas, acariciándola suavemente y dirigiendo su pico hasta el del príncipe, el cual, no levantaba la mirada — No me digas Stolas...que ¿no extrañas nuestras escapadas dentro de la biblioteca?, entre los enormes libreros, nuestro primer beso? Mmmh? — Sus dedos acariciaban en suaves toques sus grises plumas, peinándolas hacia atrás, yendo hasta su nuca de una forma casi peligrosa— nuestra primera vez...en los dormitorios de la universidad...— ahora estaba casi su rostro por completo sobre el del búho, que no reaccionaba, a ninguno de sus toques— La vez que en vacaciones de verano nos quedamos en tu habitación aprendiendo sobre las constelaciones...— el dedo travieso del pavo real bajaba coqueto por el cuello, intentando perderse entre las plumas de su pecho — y sobre...el cuerpo de los demonios aviares...más bien, sobre mi cuerpo...— antes de tratar de meter sus dedos entre las plumas de su pecho, sintió la mano delgada del búho sosteniendo la suya.
—Lo lamento Andrealphus, no sé de dónde o que fue lo que te hizo pensar que podríamos tu y yo volver, cuando claramente, tú y tu hermana saben perfectamente que mi corazón, le pertenece a otro— soltó con desprecio y un leve empujón su mano.
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Por otro lado, Blitzo, se había logrado escabullir en el entre techo del hospital, removiendo con suavidad un trozo de cielo, para poder ver a Stolas, logrando ver un poco que el búho se encontraba recostado con ... ¿¿alguien a su lado?? Susurró para sí mismo.
—¿Quién mierdas es ese?, y ¿porque actúa con tanta familiaridad con Stolas? —
Por alguna extraña razón su pecho se apretó y su mano viajo de inmediato hasta el lugar donde debería estar su corazón, apretando sus propias ropas, mientras captaba absolutamente, todo a lo lejos, su pecho dejo de doler en cuanto el otro demonio aviar, se alejaba un poco del búho.
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Con algo de tristeza y orgullo el pavo real se hizo un poco hacia un lado —Entonces, tendrás que saberlo a través de Paimon, tu padre —
Los ojos del búho se abrieron bastante sorprendidos— mi-mi ¿padre?, ¿él que tiene que ver en todo esto? —
—Darling, no esperabas que este incidente pasara desapercibido ante los ojos de tu padre ¿o sí? — al notar que la mirada del búho, esta vez lo seguía, movió sus brazos en un gesto totalmente desinteresado — Bien, de todos modos, lo quieras o no...— Se aproximó nuevamente a la barbilla del búho y toco con su dedo índice
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—Espera, ¿que- ...carajos? — el imp, sentía que estaban molestando a "su" cerebro de pájaro y si esto continuaba, iba a saltar a defenderlo, después de todo, era lo mínimo que podía hacer, ya que antes, no pudo.
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— Volverás a ser m— el demonio aviar real, no pudo pudo terminar su frase ya que la puerta se abrió de golpe, provocando que ambos se separaran un poco, dando a entrada a un grupo de imps de servicio, que señalaron, la entrada de...
—¡Paimon! ¡El segundo rey del infierno! —
Continuará......
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Loveless
FanfictionStolas es forzado a un segundo matrimonio arreglado, para obtener al verdadero heredero para la familia Goetia, el detalle, es que no esperaba que quien tuviera que tener a ese heredero fuese él, y el segundo detalle es que, esa nueva vida, no perte...