ACTO IV

155 24 6
                                    


Fred entró a la mansión cargando un vestido elegante y hermoso con toques azules y dorados.

— Ey, Fred — lo saluda Moran a lo que él beta asiente a modo de saludo — ¿Y ese vestido?—

— Es para el teatro — explica Fred.

— ¿No ibas a ir al teatro esta noche con Bonde?— pregunta Moran recordando cómo hace días había sido vendido por esas entradas.

— No, no iré con Bonde. Iré con Irene Adler — dice Fred — Para ella es el vestido —

— Menos mal, pensé que tu... ¡Espera! ¿¡Irene Adler, en el teatro contigo?! ¿Eso no sería peligroso?— dice Moran ahora preocupado.

— ¿De que se preocupa, Coronel?— dice Bonde bajando las escaleras — La señorita Irene es alguien que disfruta del teatro — acaricia los cabellos de Fred — Y será acompañada por Fred Porlock, él beta más confiable qué hay — sonríe al beta azabache quien le da una pequeña sonrisa — Yo me ocupo de esto ahora — dijo tomando el vestido — A las 8pm en el carruaje ¿verdad, Fred?—

— Así es — asiente el beta ganándose una sonrisa de Bonde.

— Necesitaré un whisky — murmura Moran pasando una mano por su cabello — ¿No me acompañas Fred?—

— No, debo prepararme también — dice Fred saliendo para ir a su habitación y sacar su mejor traje.

Mientras tanto, en la habitación de Bonde James Moriarty, una dama de exquisita belleza entraba a la bañera con agua caliente y aceites de dulce aroma a jazmín.

Algunas horas más tarde, la señorita Irene Adler se hizo presente. Bajaba las escaleras de la mansión portando con gracia el vestido que Fred había llevado, su rostro estaba bellamente maquillado y con un brillo labial rojizo.

— No lo puedo creer — dice Moran al ver a la señorita Adler dentro de la mansión.

— ¿Qué sucede, Coronel?— dice la rubia — No puede contra los encantos de una mujer — dice Irene escondiendo su sonrisa detrás de un abanico.

— Hombre o mujer eres poco heterodoxo, ¿quién en su sano juicio saldría contigo?— se queja Moran.

— ¿Le hago la lista de los que mueren por tener una cita conmigo?— responde Irene.

— Deja de comerte a las mucamas de la mansión de Woodcraft— responde Moran.

— Por ese poco tacto tuyo es que no consigues citas — responde Irene caminando a la puerta cuando ve el carruaje estacionarse — No nos espere hasta muy tarde Coronel —

Al estar frente al carruaje se encuentra con Fred usando un traje negro con un moño muy elegante y en brazos tenía un ramo de rosas.

— Para usted, señorita Irene — dice Fred entregando el ramo.

— Es un encanto, Fred...— dice Irene mientras toma el ramo de rosas y las huele — ¿Son rosas cultivadas por ti, verdad? Tus rosas tienen el mejor aroma — sonríe.

— Agradezco el cumplido — dice Fred extendiendo su mano para ayudar a Irene a subir al carruaje.

— Nos vemos, Coronel. Que pase una linda noche — se despide Irene desde la ventana del carruaje.

— Nos vemos — se despide Fred también.

>Frente al Teatro<

Las miradas no se hicieron esperar cuando una hermosa Alpha es ayudada a bajar por un Beta del carruaje de la familia Moriarty.

La elegante belleza de Irene hacia que los omegas del recinto, estuviesen con su pareja o no, suspiraran y se congregasen a su alrededor.

Para Fred, ver a Bond en su verdadera esencia era digno de admiración, la gracia encantadora y la amabilidad con la que Irene sonreía y cortejaba a las y los jóvenes.

Muchos ojos de igual manera fueron posados en su persona, quizá se trataba de un acompañante poco usual, pero eso no tenía importancia alguna, esta noche era un obsequio para su amiga; por lo que una vez pudieron avanzar tranquilamente, se colocaron en el palco, donde un par de copas les fueron entregadas, previo al inicio de la obra.

Ambos bebieron un poco del líquido contenido en las copas antes de que las luces se atenuaran y el telón se alzara.

La obra empieza transportando al público con la música y con la ambientación a Sevilla dónde el apuesto Don José, un soldado que vigilaba las calles se enamora de Carmen, una bella gitana segura de sí misma y con un mar de admiradores. El amor de Don José por Carmen fue correspondido sin embargo, este amor limitaba a Carmen y su espíritu libre. El conflicto principal esta en elegir su libertad o vivir atada a ese amor. La resolución final de Carmen fue su libertad. Era una obra muy conmovedora y divertida.

Irene, una amante del teatro disfruto mucho de esta Opera junto a Fred quien también disfrutaba del espectáculo.

Al finalizar la obra, Irene pensaba que volverían a la mansión inmediatamente, pero fue sorprendida con un pequeño paseo por la ciudad donde Irene compró algunas cosas que Fred cargo sin queja alguna. Y para el final de la noche tuvieron una cena en un elegante restaurante.

De regreso a la mansión en el carruaje la Alpha pensaba en la maravillosa noche que le fue regalada por el beta junto a ella.

— Gracias por esta noche, Fred — sonríe Irene.

— No fue nada, señorita Irene — responde Fred — Merece una noche especial de vez en cuando — le sonríe.

— Eres un encanto, Fred — sonríe Irene pensando en que él Beta a su lado era un muy buen amigo que le gusta cuidar a los demás.

Ayudándola a bajar del carruaje al llegar a la mansión la noche finalizó.

Algunos días más tarde, Bonde aún tarareaba la ópera de Carmen ayudando a Fred con los deberes de la Mansión.

Will y Louis regresaron del congreso de Ciencias Básicas. Algo que alegro muchísimo al Coronel quien les pidió que no lo volvieran a dejar solo con Fred de mal humor.

— ¿Pero que dice, Coronel?— responde Louis — Fred es siempre muy gentil, ¿porque le tendría miedo que se enoje?— dice mirando al Beta ayudando a Will a llevar sus cosas al estudio — Esta exagerando — responde Louis caminando a la cocina.

Algunos días después cuando Fred empezaba a preocuparse porque Albert no regresaba un carruaje se detuvo frente a la mansión Moriarty.

Eran Albert y Mycroft quienes traían una noticia que cambiaría la vida en la mansión.

— Estamos esperando un cachorro — anunció Albert mientras tomaban el té en el invernadero.

Albert y Mycroft fueron llenados de felicitaciones por parte de la familia Moriarty.

Él Beta de la Mansión Moriarty Donde viven las historias. Descúbrelo ahora