Belly Dancer

Capitulo 05

El palacio corría de un lado a otro preparando todo para que los gobernantes estuviesen satisfechos, todo debía ser "perfecto".

Shinichiro atendía a los empleados con dudas o con indicaciones de que debían hacer.

A todos les había amenazado que si no hacían bien su trabajo es probable que muchas cabezas rueden.

La mayoría hacía su trabajo algo asustado y de que hubo errores los hubo, pero lograron remediarlos lo más pronto posible.

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Entonces la noche llegó, el salón estaba lleno de la alta sociedad de aquel imperio.

Asientos elegantes al rededor del escenario estaban bien posicionados, no tan adelante para que el ruido de la orquesta los molestase, pero tampoco tan alejados para no poder disfrutar bien del show.

Los gobernantes pasaron a sus asientos, cuando Emma y Shinichiro se colocaron atrás de Mikey, este hablo.

Mikey: Veo que se han esforzado, todo se ve espléndido, se ve tal cual, sólo con platicas muy silenciosas, sin gente molesta viniendo a saludarme y mis hermanos siendo muy obedientes — dijo sonriendo satisfactoriamente.

Shinichiro: Me alegro que sea de tu agrado lo que preparamos para ti, ahora por favor, disfruten del show! — les dijo en plural para que todos dejaran sus platicas y colocarán sus ojos al escenario.

Entonces todo comenzó.

Primero pasaron algunos bailarines como entrada, piruetas, música, bailes muy movidos y hasta pirotecnia había.

Esto les emociono, tenía rato que no veían espectáculos tan bien producidos.

Todo era asombro y diversión, hasta que de pronto la música paro.

De pronto comenzó algo baja, ellos no entendían porque pero esperaban no aburrirse.

Entonces, dos personas comenzaron a sacudir abanicos cubriendo algo o a alguien.

Cuando la música comenzó más fuerte que nunca las dos personas descubrieron lo que tanto escondían sus abanicos.

Un chico, de piel blanca, cabello negro azabache y ojos azules que parecían dos diamantes a pleno resplandor.

El chico comenzó a bailar con dos grandes vuelos con colores azules muy llamativos viéndose como si fuera el mar y la música era algo agitada.

Los agitaba por todos lados mientras sonreía, verle era como ver azotes de ola al rededor suyo.

Hasta que los soltó entonces la música fue lento.

Y ahí comenzó su baile, poco a poco movía la cintura mientras cubría su cara con un abanico pequeño moviéndolo conforme a sus caderas.

Todo era muy seductor, más no llegaba a lo vulgar.

El golpeteo de las caderas era muy bello, tanto así que tenía hinoptizado a todo mundo.

Hubo un punto en que mientras más bajaba la música el chico caminaba lento a donde se encontraban los gobernantes, sus víctimas obvias fueron Mikey e Izana.

La música era tan baja que se podía escuchar el tintineo de los adornos del chico.

Mientras mas caminaba ambos más nerviosos se ponían y más por la mirada profunda que los veía, entonces la música volvió a soñar fuerte y el chico cayó de espaldas bailando, moviendo su abdomen y cadera.

Hasta que la música volvió a ser lenta, haciendo que entre más gente entonces un estruendo se escuchó, volvieron a cubrir al azabache, y entonces desapareció.