HEY, SOY IVAN Y ME PARECES MUY SEXY. Y LO SEXY ME INTERESA.
Rodrigo se había puesto unas gafas oscuras. Luego de una larga discusión con su madre, le explicó que era la moda de California. Después de todo el clima caluroso debía aprovecharse. En realidad, las usaba porque así podría llegar a no ser visto. Esperaba que nadie pudiera notarlo. Sería una humillación enorme para él, probablemente se había salvado solo una vez, la siguiente ni siquiera la contaría. Caminó atento a los pasillos, a la primera persona que creía conocer, se daba la vuelta y buscaba un nuevo lugar por donde caminar.
Quizás podría agradecerle a German, el gesto de llevarle sus cosas, después del incidente de la playa. Pero lo haría más adelante, cuando sintiera que el chico no lo iba a mirar como si fuera una cosa extraña.
Estaba llegando al final del último periodo, en el último receso, cuando sintió una mano grande en su hombro, se quedó quieto en su lugar, agrandando los ojos detrás de sus gafas. En su vida había sentido tanto miedo como ahora. Se volteo lentamente, encontrándose con la mirada de un chico de cabello claro, no negro, rubio.
—Ivan te manda esto. —dijo, con las cejas fruncidas. Dándole a Rodrigo una caja de algo. — Tómalo. — añadió, sacando a Rodrigo de su desconcierto.El chico lo miró un instante, como si lo estuviera criticando o juzgando de alguna manera. Le dio una repasada de pies a cabeza, desde sus zapatillas gastadas hasta su cabello esponjoso.
Antes de que pudiera preguntar qué rayos era eso, el chico dio media vuelta desapareciendo en el montón de estudiantes.—Qué demonios. — murmuró Rodrigo. Cuando abrió la caja, lo que encontró fue un montón de chocolates, demasiado bien elaborados como para ser de una simple tiendita.
Rodrigo tragó saliva. Tenían veneno, estaba seguro. Cerró la caja, decidiendo no tocar ninguno, por más ricos que fueran.
Ivan se quedó quieto, mirando como el niño salía corriendo en medio de la arena, desapareciendo de a poco. Nadie dijo nada, demasiado confundidos como para procesar lo que habían visto. Nicole seguía intercambiando miradas de un lado a otro, hacia donde había ido al chico y hacia donde estaba Ivan. Tomás había dejado de sujetarla y Juan sentía que las palabras no salían de su boca, también soltando su agarre de Nicole.
Aquello iba a ser una pelea, ¿Por qué demonios no fue una pelea?
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como evitar una golpiza, besando al atacante. rodrivan
FanfictionRodrigo beso al chico azabache, antes de que esté pudiera darle un puñetazo. [esto es solo ficción! entretenimiento. no busco ofender ni incomodar a nadie con esto.] ¡cambio de personalidades! | esto es una ¡𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻! todos los crédito...