Riki siguió le siguió el beso. No por que le gustará Jungwon, ni por qué esperara algo más, si no por que estaba enfadado con Sunoo.
¿Que podía ser peor que meterse con su mejor amigo?
Tal vez estaba mal, pero no le importo en lo más mínimo. Aunque extrañamente, el beso le gustó. Los labios de Jungwon eran delicados, pequeños, suaves y sobre todo sabían ir a su ritmo. Sus manos comenzaron a deslizarse por el cuerpo del otro y sus lenguas juguetearon un rato hasta que el momento de separarse por la falta de aire se hizo presente.
Ambos se miraron con leve timidez, era la primera vez que se besaban con esa intensidad, con ese doble sentido. Las mejillas de Jungwon estaban rojas suavemente y sus ojos parecían no conectar.
— Yo... — Jungwon intento hablar sin encontrar nada para decir.
— Deberías entrar, mañana debes ir con tus hermanos a probarse la ropa del sábado.
Riki lo miró de una manera comprensiva como si supiera lo que quería decir, ser mejores amigos ayudaba mucho, sabían lo que el otro pensaba así fuera la cosa más mínima del mundo.
— ¿Quieres quedarte a dormir? Veamos Harry Potter mientras comemos helado.
Los dos eran fans de Harry Potter. Solían ver sus películas en maratones, normalmente Sunoo se quejaba de la larga duración de ellas así que solo veían máximo dos. Aquella propuesta sonaba tan interesante para Riki, aunque estaba confundido levemente sabía que su tristeza desaparecería una vez que Jungwon lo intentará.
Jungwon tenía ese poder en el.
– Está bien.
El menor asistió dando paso a qué ambos bajarán del auto, extrañamente Niki toma la mano de Jungwon comenzando a jugar con ella. Así hasta el departamento del otro, entraron y Niki quien conocía a la perfección aquel lugar se recostó en la cama individual esperando que la película comenzará.
Cuando la película transcurría por primera vez la mente de ambos no estaba en ella, tenían al gran Harry Potter, el cáliz de fuego frente a ellos y un bowl de palomitas, que más podían pedir para ser felices?
Niki no podía dejar de pensar en Sunoo y Jungwon en Jay.
Los odiosos hermanos eran tan buenos en engatusar gente, en meterlas entre sus garras y dañarlas tantas. El único que parecía ser decente era Jake, quien también traía tras el a Sunghoon.
Niki miro a Jungwon cuando Cédric murió, el Omega siempre lloraba en esa parte pero esa vez no si inmutó si quiera, incluso el aroma de confusión se hizo presente en el.
— Pasa algo? — El rubio preguntó acercándose a Jungwon aún más, hasta el punto que comenzó a juguetear con su piel desnuda debido al short de pijama que se había puesto antes de poner la película. — Jungwonie? — Jungwon finalmente salió de su trance dedicándole una sonrisa rápida. — Si es por lo del beso...
— No! — El Omega interrumpió. — Me gusto, osea tus besos son gratos siempre y me gustan, no es por eso. — Hablo tan rápido como pudo, lo menos que quería era hacer sentir mal a Riki. — En realidad, no te conté algo. — Dudo por unos segundos viendo el techo. — Me acosté con Jay.
El rubio abrió los ojos tan grandes como pudo intentando procesar. Con razón percibía un olor extraño, Jay lo había impregnado sutilmente de su olor.
— Sin sentimientos? — Riki cuestionó teniendo la respuesta.
— Eso creo, a mí me gusta Tae. Siempre me ah gustado Tae.
Riki lo miro intentando creerle. Sabía el historial con Tae, el había estado cuando Jungwon le lloraba pero por extraño que pareciera, le resultaba sutilmente incapaz de creer y no sabía cuál de las dos opciones le daba más miedo.
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Confusion [Omegaverse]
Novela JuvenilEl fuckboy del campus, Jay, se ah ofrecido a pasar el celo con Jungwon a travez de una estúpida publicación la cual no pasa de ser estúpida del todo, aunque el Alfa tenga serias intenciones reproductivas con el omega, ¿Cómo se puede resistir un omeg...