IX

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19 de noviembre. 

Salí de la habitación temblando por el dolor y apunto de desmayarme, le pregunte a Hakari donde había algo para comer y me dio unas indicaciones un poco confusas donde podría encontrar una máquina expendedora.

Como lo supuse no había nada donde me había indicado el exalumno, así que seguí por mi cuenta.

Luego de una hora encontré la bendita cafetería y a alguien tratando de romper una de las máquinas.

—A veces se me olvida que no eres humano.

Choso me fulminó con la mirada y yo le sonreí de forma burlona.

—Aparta —lo corrí con un movimiento de mano, me puse a analizar los snacks que tenía la maquina y me percaté de algo—. ¿Tienes dinero?

—¿Para qué?

—Pues para sacar comida de aquí —como no entendía lo que le decía me tuve que resignar a explicarle—. Necesitas dinero para sacar comida de la máquina.

—¿Y tú no tienes dinero?

—Como si alguna vez hubiera tenido —dije casi en un susurro irritado.

Así que procedí a hacer lo que cualquier persona razonable haría en esta situación. Me incliné por la abertura de abajo y estiré la mano para alcanzar algún paquete de comida. Choso me advirtió que eso no iba a funcionar, pero mi terquedad me había superado siempre.

Con la ayuda de mi cuchillo rompí el vidrio de la máquina y este estalló en miles de partes.

—Ahí lo tienes, toma lo que quieras —le dije mientras llenaba mis bolsillos de comida.

—¿Eso no es ilegal? —lo miré mientras abría un paquete de golosinas.

—No puedes venir a decirme lo que es ilegal y lo que no si ni siquiera sabes lo que es el dinero.

Este rodó los ojos y me siguió el ejemplo de hurtar todo lo que nos cabía en las manos.

Pensé en Nanami y como se habría enojado si me viera hacer esto. Pensé en Gojo, que seguramente habría felicitado mi delito.

—¿Rompieron la máquina?

Nos volteamos hacia el pasillo, a mitad de este se encontraba Itadori, ya no tenía las heridas en el rostro, aunque lo hubiera visto hace unas horas.

—No, Sen... —le cubrí la boca a Choso antes de que largara la verdad.

—Ya estaba así cuando llegamos.

Él solo sonrió de lado y se acercó más a donde estábamos.

—Si me dan algo tal vez no hable.

—¿Como tal vez?, me parece que no sabes sobornar a la gente.

—Sabes que no es mi especialidad.

Suspire y le entregue una barra de chocolate.

—¿Dónde estabas? —tenía la mirada un tanto distraída y eso me llamó la atención.

—Estaba hablando con Amai.

—¿Está todo en orden?

—Si, no te preocupes.

Sentí que algo no estaba bien, él podía decir esas palabras, pero sus ojos demostraban otra cosa. Tal vez más tarde me contaría que le estaba molestando, era muy común que por la noche nos quedáramos hablando de todo lo que sentíamos. 

—¿Por qué esto es incómodo? —interrumpió Choso, a lo que le largué una mirada fulminante.

—Tal vez porque estás interrumpiendo un momento de pareja.

Te Necesito || Itadori x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora