Worry about you

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Narración: Tercera persona.

Tiempo: Presente.

—▪ 📄 ⁞◦▪•↷.

Unos minutos pasaron hasta que la ecuatoriana bajó. Esta fue directo a la cocina a ver que hacía su querida hermana.

— ¿Que haces manita?

— Comida que más.

— A bueno. Me iré al patio ¿Okay? —dicho esto la ecuatoriana se retiró.

— Bueno.

Cuando Ecuador se retiró Bolivia, se puso a pensar. El hecho de cómo puede actuar de una forma tan natural, si tiene más de un problema; muchas preguntas como esa rondaban por su cabeza. Ni ella misma se lo podía creer., problemas que aunque a ella no le pasaban y esperaba que no. Solo siguió haciendo el desayuno.

Ecu salió a aquel patio que a simple vista era muy hermoso. Se podía ver que al lado se encontraba un jardín lleno de rosas y muchos conjuntos de estas mismas, también se podía divisar la entrada a aquel espeso bosque en el cual, nunca se había atrevido a entrar desde que compraron la casa en la que ahora vivían. Ecu sólo se dirigió a aquel árbol, el cual, fue el primero en el que se fijó, ya que, por otro lado habían unos tres más pero, estaban demasiado lejos.

— Que lindo lugar. —dijo con una pisca de felicidad que simulaba paz, sentándose en las raíces del árbol. Cuando lo hizo, dirigió su mirada a la entrada al de ya antes mencionado bosque. Para ella se le hacía algo precioso. Pero había algo que la llenaba de intriga, el hecho de qué es lo que se encontraba dentro de este. Cuando compraron la casa no se fijaron en esa entrada sospechosa, ya que si mirabas un poco más allá se podia divisar un sendero.

El mirar aquel lugar la ponía tan pensativa, asique solo decidió dejarlo de lado. Ecuador sólo respiró y después se recosto en las raíces del árbol. 

Bolivia seguia en la cosina. Haciendo la comida y cantando al mismo tiempo. Mientras lo hacia como si no hubiera un mañana, al fondo se escucho un telefono celular resonar.

— ¡Ah mi cel!  —dijo sacándose el delantal que tenía puesto e ir tras de lo que resonaba. Obviamente Bolivia contesto:

— ¿Hola? —decía insegura tras la líne telefónica.

— ¡Necesito decirte algo urgente! —contestó una colombiana asustada que se notaba lo salvage ese momento.

— ¿Si? ¿dime?, solo necesito que te calmes, ¿okay? —

— ¡COMO QUIERES QUE ME CALME!, ¡si apenas acabo de llegar y ya me dicen que una persona no esta donde debería!. —

— ¿Y dónde estabas? —

— eso no, . . —

— No me digas ¿Estabas con Corea cierto? —

— ¡Ni siquiera sabes con cual!. —

— ¡No creas que soy estupida!. Y ademas como te vas a enterar hoy si cuando Ecu volvió a casa fue ayer y tu preocupado. Sabiendo muy bien que estuviste todo un día con el pobre de Corea quién sabe que le harías. —

— No le hice nada, y-y además ¡no me cambie el tema! y-y ¿cómo es eso de que Ecu está en casa? —

— Vos siendo la hermana mayor no la cuidas. Y me preguntas a mí. —

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