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Para su sorpresa, aquel beso duró más que el anterior, y fue más húmedo, más sucio, donde sus lenguas se rozaban de una manera que ellos mismos nombrarían asquerosa en cualquier otro momento. Cuando se separaron, Soobin se obsesionó con la manera en la que los labios de Beomgyu se veían hinchados y rojos, mientras la saliva le corría de las comisuras. Se estiró a lamerle los labios, y Beomgyu rió, como si quisiera desvíar la atención de su notable nerviosismo. Bajó la cabeza para besarle el cuello, y se aferró a él como una sanguijuela hasta que escuchó un dulce gemido salir de la boca de Soobin, entonces subió por su barbilla hasta llegar de nuevo a sus labios y tomar entre sus dientes el inferior. Soobin afirmó su agarre sobre las caderas de Beomgyu, luegó tiró de ellas hacia adelante, provocando una dura fricción entre sus penes por sobre los shorts cortos escolares que les sacó a ambos un jadeo.

Beomgyu lo empujó por el pecho, y Soobin se dejó caer sobre la cama mientras su amigo se inclinaba sobre él moviendo sus caderas para embestir su pene con el suyo. Soobin gimió.

—Aw, me gustan tus gemidos — dijo Beomgyu, acercando su mano a su rostro para tomar su barbilla, Soobin tenía sus mejillas de un lindo color rojo cereza. No podía existir un niño más lindo que Soobin en aquel momento . Son tan dulces... — agregó, repitiendo su movimiento, y escuchando el agudo y bajo jadeo de Soobin, sonríendo.

Beomgyu se agachó a besarlo nuevamente, sorprendido de lo adictivo que resultó ser, y comenzó a desabotonar lentamente la camisa de la escuela de Soobin, que lucía cada vez más avergonzado mientras acercaba sus manos hacia su rostro para cubrirlo. Beomgyu acercó sus manos a su abdomen cuando terminó con el último, tomándose el tiempo de acariciarlo cuidadosamente mientras intentaba controlar su propia respiración, y agarró su cintura mientras daba pequeños saltitos sentado sobre su pene. Soobin alejó poco a poco las manos de su cara, mordiendo su labio como consternado.

—¿Por...por qué sonríes? — preguntó sonrojado, mirando a Beomgyu subir sus manitos a sus pezones y acariciarlos superficialmente, lo cual fue suficiente para darle una descarga prematura de placer al tratarse de un lugar no muy frecuentemente estimulado. Beomgyu se inclinó más cerca de él, aún sonríendo.

—Es porque eres muy lindo — contestó, como si no existierta otra razón ni argumento en el mundo.

Soobin suspiró, como si tomara valor, y empujó el pecho de Beomgyu hacia atrás para levantarse junto a él, quedando sentado con Beongyu en su regazo, quien ubicó sus manos en los hombros de Soobin ante el cambio de posición, relamiendo sus resecos labios. Soobin dirigió sus manos a sus caderas, intentando bajar sus shorts, Beomgyu colaboró hasta que finalmente pudieron sacarlos, y Soobin dejó que sus manos recorrieran sus muslos rellenos hasta llegar a su trasero, que apretó a través de los boxers negros que llevaba. Beomgyu tomó su cabello y tiró un poco de él para besar su cuello, luego, le terminó de quitar la camisa de uniforme y recorrió toda su espalda y hombros con vehemencia. Soobin desabotonó su camisa con impaciencia y lo ayudó a quitársela.

—Espera... — lo detuvo Soobin, jadeando— Quiero enseñarte algo.

Beomgyu alzó una ceja pero se bajó de Soobin obedientemente para quedar sobre la cama, apoyándose en sus codos. Soobin se dirigió a su closet, donde escarbó entre objetos y objetos durante un rato como si no encontrara lo que estaba buscando. Finalmente, abrió un cajón y allí estaba. Sonrió nerviosamente como un tonto, tomándolo entre sus manos para mostrárselo a Beomgyu, que repentinamente sintió su corazón latir más rápido, y una sensación extraña en el pecho.

—¿Qué...qué es eso? No, osea, de dónde lo sacaste.

—Fue...un regalo de Yeonjun — dijo, sonríendo apenas, llevando su sorpresa hasta la cama, donde se sentó a la orilla.

—¿Yeonjun? ¿Tu ex-acosador loco y medio?

—Sip.

—¿Él te regaló eso?

Eran un frasco de gel lubricante y un vibrador, no tan grande, de color morado, con la típica forma alargada más ancha en la parte de arriba como una vaga imitación de un pene. Beomgyu frunció el ceño, no sabiendo como Yeonjun había conseguido un artefacto como aquel siendo menor de edad, y sinceramente, nunca le agradó ese Yeonjun, era muy desagradable-o quizá lo que no le agradaba era que Soobin había considerado salir con él-. Soobin pareció notar su inconformidad y se acercó a él para subirse en su regazo y besarle la mejilla y el cuello.

—Sí, él me regaló esto. De algo sirvió, ¿no crees? — Aunque Soobin nunca lo usó, porque le parecía extraño, pero hoy, quería usarlo con Beomgyu. Agarrándolo en su mano accionó el pequeño interruptor que contenía diferentes niveles de intensidad —. Mira, si presionas aquí empieza a vibrar.

Lo acercó inocentemente al cuello de Beomgyu y lo dejó vibrar sobre él, observándolo entreabrir sus labios mientras dejaba el vibrador deslizarse hacia abajo, vibrando sobre sus pezones, y se inclinaba hacia el costado de su cabeza para respirar sobre su oído. Beomgyu soltó un gemido.

—No soy el único que tiene gemidos dulces. — Beomgyu sonrió, dejándose caer sobre la cama agarrado como una sanguijuela al cabello de Soobin, que tenía la cabeza undida en su cuello y seguía paseando el vibrador por todo su abdomen hasta su pene, donde lo colocó sobre el abultado boxer. Beomgyu tiró levemente de sus cabellos, dejando escapar jadeos bajos.

Soobin desabotonó sus shorts y se inclinó para deshacerse de ellos, luego, le bajó el boxer de un golpe para dejárselo enredado en las rodillas antes de ubicar una de sus piernas entre las suyas. Beomgyu cerró suavemente sus ojitos por el enorme placer que le provocaba el simple hecho de estar ahí, debajo de Soobin, recibiendo sus toques amorosos y traviesos. Soobin tomó el vibrador entre sus manos y lo dejó sobre su pene erecto, y enseguida el objeto vibrante entró en contacto con su piel sensible, Beomgyu dejó escapar un gemido que razgó levemente su garganta. Soobin rió, inclinándose hacia su oído mientras rotaba lentamente el juguete para estimular a su gusto.

—¿Se siente bien, pequeño?

—S-soobin... — jadeó Beomgyu, mientras Soobin estaba completamente centrado en su trabajo de mover el vibrador de arriba hacia abajo sobre su pene, mientras sonreía dulcemente.

La nariz de Soobin le rozaba la mándibula tan suavemente que era casi colmo el choque de un insistente viento, y dentro de su abdomen se reunían diferentes y extraños sentimientos, hasta que sintió las gotas de pre-semen salpicar. Agarró los hombros de Soobin como si quisiera acercarlo aún más, y descargó la presión de los músculos de su pelvis y de su recta mandíbula sobre ellos, sosteniéndolos hasta que Soobin sintió un dolor leve, pero él nunca dejó de sonreír. Soobin apartó el vibrador para tomar entre sus manos el glande húmedo, rodeándolo completamente mientras subía y bajaba torpemenente con movimientos lentos, haciéndo que Beomgyu de repente no pudiera contener lo pesado de su respiración.

—¿Te sientes bien, mhm? — preguntó Soobin, en un tono que estaba entre lo dulce y lo burlón. Beomgyu soltó un agudo y bajo gemido —. Quiero una respuesta, pequeño.

—Sí, muy bien — dijo entre jadeos ahogados, rodeando el cuello de Soobin hasta que sus manos se agarraron de su cabello espeso como de una especie de sostén.

School Tricks ✨ Soogyu ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora