Darcy siempre ha vivido esperando un romance como en los libros que ha leído toda su vida, de esos dulces y románticos que te calientan el corazón desde la primera vez.
Y quien diría que, al ir a Corea a estudiar con su melliza, encontraría a aquell...
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LAS MELLIZAS COVEY TERMINARON DE arreglarse en la habitación de la mayor después de un largo rato, pues Darcy prácticamente obligo a su melliza a colocarse una mascarilla para mantener su rostro humectado. La castaña menor terminaba de cepillar su cabello cuando la puerta fue abierta por Q, quien entro con su mano cubriendo sus ojos y palpando el aire para no chocar con nada.
— ¿Porqué te cubres, Q?— Darcy lo miro con una ceja alzada.
— No quiero que mis ojos vean cosas que no desean ver— Kitty le dió un golpe con una almohada haciéndolo reír.
— ¡Yah, Q!
— Bueno bueno— destapo sus ojos y las vio a ambas— pero, un consejo— las miro a ambas pero su vista se detuvo en Kitty— si fuera ustedes movería el pasador mas arriba.
— Gracias— dijeron a la par las chicas Covey.
— Vamonos, les apuesto a que Minho aun no termina— salieron y se sentaron en la sala del dormitorio, esperaron unos minutos hasta que ruidos afuera del dormitorio se escucharon.
La puerta se abrió revelando a Minho.— Bien, eso puede ir allí— señalo al fondo del dormitorio, indicándole al señor que llevaba un perchero con ropa— y eso por aquí por favor, y...
Miro a Darcy quien no prestaba la mas mínima atención a todo el alboroto creado por él, pues ella se encontraba leyendo en lo que se marchaban a sus clases, la observó unos segundos mas hasta que desvió la mirada con una sonrisa al ver que ella volteaba a verlo y se sonrojaba.
Se puso serio y volteo a ver a Kitty.— ¿Qué haces aún aquí?
— ¿Es una empresa de mudanzas?— ignoro su pregunta, de entre los trabajadores que yacian en la puerta del dormitorio, Dae paso rápidamente al divisar a ambas chicas, en especial a la mayor de las Covey.
— Kitty, ¿sigues aquí?
— Si, aquí esta por desgracia— Darcy se levanto y camino pasando por donde estaba su alma gemela, propinándole un golpe, y siguiendo su camino a la cocina— hey, ¿por qué me golpeas?— le reprocho a la castaña que estaba en la cocina.
— Te lo merecías, tonto— bebió del agua que se sirvió.
— Dae, necesitamos hablar. Ahora— Darcy se ahogo con el agua y Minho fue con ella rápidamente para ayudarla, Kitty aprovecho y tomo de la mano a Dae para llevarlo a su habitación.
— ¿Por qué eres tan torpe, soulmate?— le palmeo la espalda, cuando Darcy estuvo mejor, Minho se agacho a su altura y tomo su rostro entre sus manos— ¿Estás bien, cierto?— miro los ojos lagrimosos de la chica y se preocupo— ¿necesitas ir a la enfermería? Puedo lleva...
