¿Qué paso en una semana?

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Martes

Desperté, abrí los ojos y me di cuenta de que llevaba un abrigo. El frío me hizo sentir la urgencia de ir al baño. La única luz provenía de una lámpara cercana. No estaba esposado ni atado, lo que me dio espacio para pensar en las posibilidades. Me levanté de golpe, y al hacerlo, noté que mi pierna ya no esta amoratada y que ya no sentía dolor. La apoyé en el suelo y no sentí molestia alguna. Caminé y entonces sentí un tirón en mi cuello. Al tocar, me sorprendí al encontrar un collar grueso de algún material similar al cuero. A medida que exploraba, descubrí que tenía un candado y una cadena que no era del todo fina. Miré hacia arriba y noté una especie de circuito por donde pasaba la cadena. Aunque hacía frío, me sentía cálido por el abrigo, que no era mío, por el  aroma y por que aun estoy atrapado en este jodido lugar.

Camino y llego a la puerta del baño, rezando para que la maldita cadena llegue hasta el inodoro. Cruzo la puerta y la cadena se desliza conmigo. Observo que sigue un circuito; puedo ver que llega hasta el inodoro, y al lado esta la  forma de una piscina mediana de agua. Aunque es grande, no ocupa todo el maldito baño. Parece contar con un filtro que mantiene el agua limpia. Saco mi miembro y comienzo a orinar, pero me asusto al ver mis manos. Mis uñas no parecen normales; están un poco largas y negras, el color casi cubre los dedos por completos, se quedan por la mitad de ellos, es un color que se puede ver desde lejos y creo que eso no se quita. Aun con el susto, termino de orinar, sacudo y limpio.

Me dirijo al espejo y me observo. Mi rostro parece pálido, aunque no tengo ojeras. Los labios están ligeramente rosados, pero lo que más me desconcierta son mis manos, que se ven extrañamente menos humanas. Abro la boca y noto la diferencia: mis dientes son más puntiagudos y están ordenados con precisión. Mis ojos y orejas parecen normales, no muestran cambios. Pero ¿Qué otra parte de mi cuerpo ha cambiado? Me despojo del abrigo y examino mi torso; noto algunos lugares enrojecidos y marcas de sus manos. Al girar para ver mi espalda, la encuentro morada, con dos cicatrices y moretones en forma de manchas. Me estremezco al recordar eso. Mi cara no muestra moretones, pero al elevar una pierna, descubro algunos moretones. Mi piel es ligeramente clara, lo que resalta algunas cosas. Ahora, quiero ver esa maldita marca de los dientes.

Vuelvo a ponerme el abrigo, ya que no puedo quitármelo debido a la cadena. Luego, estiro el cuello y me doy la vuelta, y para mi sorpresa, hay otro espejo detrás de mí. Uno de ellos tiene un aumento, así que decido moverme para ver mi cuello. Lo que veo me deja sin palabras: mi cuello completo, la marca de los dientes es dorada, y su contorno parece alterado, mostrando tonos rojos y violetas. Mi piel parece estar viva pero con un matiz dorado. No entiendo. Toqué la marca y sentí una sensación de calor recorriendo mi cuerpo, lo que me hizo doblarme de inmediato. El collar cubre parte de la marca, pero en los laterales se pueden ver los puntos donde los dientes hicieron contacto, como si me hubieran mordido con ansias reprimidas. Finalmente, comprendo lo que el individuo quiso decir durante la cena.

Acaricié la marca y volví a sentir ese estremecedor calor. Dejé de hacerlo y salí del baño, dirigiéndome directamente hacia la puerta. En ese momento, el collar me dio un tirón, lo cual me enfureció al darme cuenta de que todo estaba meticulosamente calculado. Maldito sea. Me giré y vi que podía alcanzar el armario. En la habitación, noté una mesa de trabajo con dos teléfonos; uno de ellos debía ser el mío. Entre el sonido de la lluvia, escuché el ruido de una moto, lo que me impulsó a correr hacia la ventana. Reconocí la moto y al individuo. Volví rápidamente a la mesa, la alcancé y tomé uno de los teléfonos. Resultó que uno no era el mío, pero el otro sí. La batería estaba baja, así que busqué el número de mi manager. Al entrar en el chat, noté mensajes de ayer y hoy. Vi la fecha y la hora: lunes, 8:23 de la mañana. El tipo cree que estoy bien. Aidan es un maldito.

Luego busqué el número de mis padres y, para mi sorpresa, dice que estoy en casa de un amigo. Les envió fotos mías durmiendo para tranquilizarlos. Mis padres están bien. Luego llegó un mensaje de mi novia. Era Elizabeth escribiendo y me dijo que necesitaba verme. Le respondí que sí, que necesitaba que viniera a buscarme a esta dirección. Sin embargo, ella me informó que esas calles aún están bloqueadas y me preguntó si no había visto las noticias. Le expliqué que no estaba al tanto y ella me informó que espera verme el viernes.

"Encuentros Cósmicos: El Romance Prohibido" (Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora