3. Un refugio

109 9 0
                                    


*:・゚✧*:・゚✧

Arlene

Ya llevábamos la mitad del castillo recorrido, era inmenso. Nos dirigimos hacia las escaleras para subir hacía las habitaciones.

—Ten cuidado —me avisó Fred, no sabía a qué se refería. Íbamos a terminar de subir un tramo de las escaleras cuando de repente se movieron.

—¡AY MADRE! —grité en castellano, acto seguido caí encima de Fred. Era eso o caer al vacío. Nos encontrábamos cara a cara. Yo me ruboricé completamente, ay madre.

—Eem, l-lo siento —tartamudeé, aturdida, ¿qué cojones acababa de pasar? Él me miraba, tenía una cara que predecía no parar de reírse por un buen rato.

Y por supuesto que así era. Fred empezó a reírse de manera estrepitosa ante lo ocurrido. ¿Qué le provocaba tanta gracia? Me levanté de encima de él, tras hacerlo le tendí la mano para que se sujetara y le fuese más fácil levantarse.

—Tendrías que haberte visto la cara, preciosa —dijo sujetándose la barriga mientras su risa iba desvaneciéndose, ya llevaba un rato riendo.

Pero, espera, ¿que acababa de llamarme? Me considera... ¿preciosa? Mis mejillas volvieron a incendiarse.

—Lo siento —volví a disculparme.

—Oh, no no, tranquila, ha sido divertido, parece que tú y las escaleras no os lleváis bien.

Si tú lo supieras bien.

—Hasta mi padre me dice que soy demasiado torpe —le respondí.

—Pues lleva toda la razón —respondió, él mismo había sido testigo de mi tremenda caída.

—Vamos, este pequeño incidente no puede hacer que esté tour quede aquí —tras decir esto, volvió a retomar el paso, yo lo seguí, tomando lugar justo a su lado.

De un momento a otro se detuvo delante de un inmenso cuadro.

—Esta es la entrada a la casa Gryffindor, pero me da que deberás pedirle ayuda acerca sobre tu casa y habitación a alguno de tus compañeros Hufflepuff —yo le miré interrogándolo con la mirada.

—¿Por qué? —él bajó levemente la vista hacia mi.
—Porque necesitas una contraseña para entrar y yo soy de Gryffindor.

Tenía sentido.

—Para dar por finalizado este magnífico tour con el más magnífico guía vamos a dirigirnos hacia la torre de astronomía.

¿LA TORRE DE ASTRONOMÍA? toda la emoción habida y por haber se concentró en mi ser. Desde luego sería el mejor sitio de todo el castillo, y posiblemente donde más tiempo pasaría.

—¿Cómo es? —le pregunté, el me miró un tanto desubicado.
—¿El qué? —buscó una respuesta.
—La torre, ¿qué va a ser si no?
—Ahh, vale, pues... no sabría decirte, una torre de astronomía, sin más —daba a entender que no le hacía tanta ilusión como a mí. Para él era algo sin importancia, indiferente.

—¿Tenemos alguna asignatura sobre astronomía? — Pregunté esperanzada.

—Por supuesto, es una de las muchas que tenemos, la imparte la profesora Aurora Sinistra. ¿Acaso en Beauxbatons no dabas clases de Astronomía?

—Por supuesto, pero no llegaba a disfrutarla como me hubiese gustado.

Llegamos a una gran puerta.
—Es aquí —abrió la puerta y con un gesto me indicó que pasase. Quedé maravillada.

Praying to the moon [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora