NO MATTER WHAT

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La mano que fue extendida hacia él no tardó en tomarla, para bajar con cuidado del auto. Mientras sostenía una cartera delgada con una de sus manos. En ésta no llevaba más que los papeles de sus chequeos.

El Omega suspiró, mientras miraba a la entrada del hospital.

Seonwoo cerró la puerta del carro y se paró a un lado del castaño.

— ¿Nervioso?

Jungwon exhaló y negó cortamente.

— Sólo un poco. Entremos

🦊💞🐈

— Entonces nos veremos la semana que viene. Cuídense, chicos — el doctor se despidió de los futuros padres.

Yang salió de la consulta con un puchero demasiado evidente.

— ¿Qué te pasa, Wonie? — el Alfa lo miró preocupado.

— Tantos exámenes me dejaron exhausto. Y tu hijo tiene hambre — se acarició la pequeña pancita en desarrollo.

Kim sonrió con dulzura mirando al suelo, para luego dejar su mano en la espalda baja del contrario, y guíarlo sin que éste chocara con las personas que caminaban por aquel pasillo.

— Bien. Podemos ir a comer lo que se te antoje. Y, uhm... Te llevaré a descansar tan pronto como pueda

Le sonrió. El Omega sin poder evitarlo se sonrojó al ver esos ojitos de zorrito que lejos de hacerlo ver tierno lo hacían ver jodidamente atractivo.

🦊💞🐈

— Entonces la semana que viene tengo que ir con Won para que me hagan exámenes a mí también. El doctor dijo que era para chequear que todo con nosotros y el cachorro estuviese 100% bien — Seonwoo contó a través del teléfono.

Jo le había llamado para saber qué tal le había ido acompañando al Omega.

— Bien. Cualquier cosa que necesiten, Sun, sabes que puedes llamarme

— No te preocupes, está todo bien. Gracias, Jo

— Hablamos luego, debo buscar a Harua a su clase de pintura — informó.

— Vale, adiós — sin más cortó y volteó para mirar a Jungwon.

El Omega se había quedado dormido en tan poco tiempo.

El pelinegro suspiró y se acercó para tomarlo al estilo nupcial, y comenzar a caminar hacia la bonita habitación del más pequeño.

Lo dejó con muchísimo cuidado en la cama y luego de arroparlo se inclinó un poco para acariciar su cabello y dejar un dulce beso en la frente del bonito chico.

— Descansa, Wonie — susurró y luego se alejó.

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Yang despertó y apenas se salió de la cama buscó al Alfa por toda la casa.

Al hallarse solo se enojó y no tardó en llamarle.

— ¿Jungw...

— ¡Yah! — le gritó. — ¿Cómo te atreves a dejarme solo? ¿Qué pasa si me hubiese despertado sintiéndome mal a causa del embarazo? Eres tan irresponsable... Ugh, te detesto, idiota

Seonwoo se quedó un minuto en silencio procesando y luego habló.

— ¿Quieres que vaya?

— Ahora mismo — demandó enojado.

— Bien, no te molestes, no es bueno para el bebé — le pidió amablemente. — ¿Te llevo algo?

— Helado — un puchero formándose en su carita.

— Está bien, Wonie. Dame unos minutos y estoy allí

Cuando la llamada acabó el castaño sonrió con altanería y se sentó en el sofá, dispuesto a ver un poco de televisión en lo que esperaba al padre de su futuro cachorrito.

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Seonwoo de verdad no se esperaba que apenas llegando, Jungwon se iba a acurrucar a un lado de él mientras tomaba helado con una cuchara directo del recipiente.

— Jungwon

— ¿Uhm? — respondió con la cuchara en la boca.

— ¿Te sientes bien? — preguntó confundido.

— Sí, lo estoy. Abrázame, tu hijo tiene frío. Sé un buen padre — contestó sin mirarle, los cartoons se veían mucho más interesantes en ese momento.

El Alfa suspiró y pasó su brazo alrededor del Omega, dejando su mano sobre la pequeña pancita de éste.

No le molestaba estar así... Para nada... Sólo estaba asombrado. Won había jurado que no le dejaría tocarlo nunca más en su vida por voluntad propia... Y ahora resulta que tenía al Omega frotando su cabecita contra su pecho y ronroneando un poquito.

Yang era demasiado dulce y sensible.