Detrás de la sonrisa triste

Capítulo 4: Feliz cumpleaños, Lucy

Después de esa noche y de aquella última conversación donde Lucy le contó todo su pasado a Viktor, la confianza entre ambos comenzó a mejorar notoriamente. Lucy se sintió liberada al haber compartido todos sus sentimientos y experiencias más dolorosas con alguien en quien podía confiar. Por su parte, Viktor se esforzaba en ser cada vez más cariñoso y amable con Lucy, aunque no quería arruinar la relación de amistad que estaba creciendo entre ellos.

Lucy comenzó a sentir que Viktor era su confidente y su mejor amigo. No había nadie más en quien pudiera confiar tanto como en él. A pesar de que se sentía cada vez más cómoda con la presencia de Viktor, todavía no se daba cuenta de los verdaderos sentimientos que él tenía hacia ella. Viktor, por su parte, estaba completamente enamorado de Lucy, estaba siempre ahí para ella, apoyándola en todo lo que necesitaba y haciendo lo posible para que su amistad siguiera fortaleciéndose, y que tal vez, algún día, ella empezara a sentir lo mismo por él.

La relación entre ambos se fue volviendo más profunda y cercana con el tiempo, compartiendo sus momentos de felicidad y tristeza juntos. Lucy se sentía muy afortunada de tener a Viktor en su vida, pero no se imaginaba a sí misma en una relación romántica con él. Para ella, Viktor era su mejor amigo, su lugar seguro, nada más.

Sin embargo, Viktor seguía luchando internamente con sus sentimientos hacia Lucy, sin saber si debía confesarlos o mantenerlos ocultos. Sabía que su amistad era lo más importante para ambos, pero tenía la esperanza de que pudieran ser algo más que amigos.

Faltaba poco para que Lucy cumpliera veintiún años, Viktor había estado planeando el cumpleaños de Lucy desde hacía semanas. Quería que fuera especial, que ella se sintiera apreciada y acompañada, ya que sabía que en su cumpleaños anterior Lucy la pasó totalmente sola. Así que, junto a Rose, la jefa de Lucy, y sus demás compañeros de trabajo, acordaron hacerle una pequeña fiesta sorpresa en la cafetería donde Lucy trabajaba.

El día del cumpleaños de Lucy, Viktor llegó temprano a la cafetería para asegurarse de que todo estuviera listo. Había comprado un pastel delicioso y había decorado la cafetería con globos y serpentinas. Cuando Lucy llegó a trabajar, se sorprendió al ver la decoración y a sus compañeros de trabajo reunidos alrededor de una mesa con el pastel.

– ¡Feliz cumpleaños, Lucy! – gritaron todos al unísono, mientras comenzaban a cantarle la canción del cumpleaños. Lucy estaba abrumada por el gesto y comenzó a llorar de felicidad.

Viktor le entregó el pastel y le deseó un feliz cumpleaños. Le dio un abrazo y le dijo que estaba muy feliz de poder celebrar su cumpleaños con ella. Lucy se sintió muy agradecida y emocionada de tener a tantas personas en este día especial.

Durante la fiesta, todos compartieron historias divertidas y recuerdos con Lucy. Viktor se aseguró de estar siempre cerca de ella, tratando de hacerla reír y de hacerla sentir cómoda. Cuando la fiesta terminó, Viktor le regaló a Lucy un pequeño collar con un dije en forma de corazón. Le dijo que era un regalo simbólico, que representaba lo importante que ella era para él. Lucy estaba emocionada y agradecida por el regalo.

Esa misma noche, después de la fiesta, Viktor llevó a Lucy a dar un paseo por los Jardines de Luxemburgo. Caminaban juntos por las calles de París mientras iban de camino a casa de Lucy, disfrutando del paisaje y la brisa fresca. Lucy se sentía agradecida por tener a alguien como Viktor en su vida y estaba feliz de que hubieran pasado su cumpleaños juntos.

Mientras se acercaban a la casa de Lucy, ella se sumergió en sus pensamientos. Por un momento, pensó en todo lo que ha hecho Viktor por ella, y que tal vez él hacía todo esto porque sentía algo más, algo en lo que Lucy no pensaba ni se había permitido analizar. Pero enseguida, esos pensamientos se desvanecieron cuando llegando a su casa vio un coche aparcado al frente, con su padre recostado en el capó del auto con un cigarrillo en su mano, esperándola.