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Lena estaba desayunando cuando Kara bajó, no cruzaron miradas—Buenos días—dijo Kara bajamente y se sentó en la mesa.

—Buenos días Kara—dijo Lena cuando finalmente la miró. Se le notaba que había dormido poco y que había estado llorando.—Cámbiate iremos a la clínica de L-Corp para sacarte sangre, no desayunes lo haremos fuera, tienes que ir en ayunas.

—Sí—Kara se levantó y regresó vestida con ropa deportiva, su propia ropa.

—¿Y tu celular?

—No tengo.

—¿Y el que te di?

—No lo quiero.

Lena alzó una ceja—Andando no hay tiempo que perder—dijo y fueron juntas al auto de Lena. Durante el viaje a la clínica ninguna habló en lo absoluto y al llegar el procedimiento fue rápido, una doctora le sacó unos cuantos tubos de sangre a Kara y ambas salieron de la clínica después de que Lena dejó un par de cosas arregladas.

Se detuvieron en una cafetería de aspecto caro, como siempre todo con Lena era así.

—¿Qué quieres desayunar?

—¿Qué importa lo que yo quiera?—preguntó con sarcasmo.

Lena la miró de forma asesina—Si te quieres morir por mí está bien, pero si no eres tú será tu hermana, ahora pide lo que te de la gana y come, que no quiero cogerme un saco de huesos esta noche.

—Sí señora—dijo Kara y ordenó un pan dulce y un café.

—¿Sólo eso?

—Ordené lo que me dio la gana justo lo que dijiste.

Lena respiró hondo y sonrió de forma siniestra—No te veo cooperando.

—¿No? Porque te dejé follarme sin que tuvieras que violarme ¿Te parece poco que haya entregado a ti la poca dignidad que tengo y me rebaje?—dijo bajando la voz.

—Ni que lo hicieras por voluntad propia.

—Nadie en su sano juicio se dejaría pisotear por voluntad propia, pero otra estúpida—Kara se interrumpió a si misma y se levantó de la mesa con un nudo en la garganta cuando alguien se les acercó y se metió al baño a llorar, esto no era fácil y no era que ella quisiera dejarse pisotear, era que no tenía elección. Se miró al espejo y luego se metió en un cubículo cuando sintió la puerta del baño abrirse.

Unas chicas entraron conversando entre sí—¿Viste quién está aquí? Lena Luthor.

—¿Ella no es la que hizo ese descubrimiento de las células madre y tiene toneladas de dinero?

—Y las toneladas que le van a llegar ¿Te fijaste en la chica que anda con ella? Dicen que es su novia pero escuché de alguien que no es más que una amante.

Kara se tapó la boca mientras se forzaba a si misma a no hacer sonido alguno. Sentía las lágrimas quemarla y la vergüenza carcomerla. Era humillante.

—Pobre muchacha ¿Por qué pensaría ella que alguien como Lena que literalmente puede tener a quien desee se fijaría en una simple niña?—se rieron.

Cuando se fueron Kara se quedó allí sentada y luego salió. Lena la miró levantándose de su asiento y fue hasta ella—¿Qué coño te pasa y este llanto ahora?—dijo bajamente y la arrastró de vuelta al baño—Esperaremos hasta que dejes de llorar para irnos no pienso hacer un drama frente a la prensa.

—¿Qué coño está mal contigo?—la empujó bruscamente—eres un asco de persona, te odio con todas mis fuerzas, que lo sepas.

Lena la agarró de la mandíbula de forma brusca y la miró a los ojos, aquellos ojos verdes parecían a punto de disparar dos láseres—¿Dime, qué cojones pasa?

Ojo por ojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora