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Al día siguiente.


La noticia corrió como pólvora, Lena Luthor había sido apuñalada en la cárcel y su vida pendía de un hilo, la policía seguía investigando y pronto era trending en todos lados.

Los culpables habían sido atrapados en el acto prácticamente, pero lo que aún no sabía la policía era quién los había enviado. 

Kara miraba la TV cuando su programa favorito fue interrumpido para dar la noticia, por alguna razón se sintió extraña a medida que leía los detalles del suceso, pero a su vez se sentía aliviada, era como si dos personas en su interior estuvieran batallando por ver quién tenía la razón.

Eliza suspiró buscando su bolso, parecía apurada—Cariño tengo que salir ¿Le haces algo de cenar a tu hermana?

—Sí mamá—dijo estática sin siquiera prestarle atención a la mujer, no podía despegar sus ojos de la pantalla.

—¿Kara me estás escuchando?—su madre llegó junto a ella y el sonido de la TV llamó su atención, vio la noticia y sus ojos se iluminaron—¡Ja! Tuvo lo que se merecía—miró a Kara con interés—¿No crees cariño? ¡Esa malnacida fue jodida, alégrate!

Kara miró a su madre —Yo...sí...debería alegrarme ¿Verdad? 

—Sí mi amor, ahora eres libre—abrazó a su hija y besó su frente, luego acarició su abdomen y sonrió—Podrás tener una vida normal lejos de esa escoria, podrás criar a tu bebé a tu forma.

—S-sí madre—Kara se sentía contrariada, algo no andaba bien.

—Saldré un rato, no dejes que tu hermana salga ¿Entendido? Se irá con esa otra abusadora y no quiero que abusen de ella también Kara, tenemos que cuidarnos—dijo la mujer con tono lastimero antes de salir.

Kara corrió hacia el cuarto de Alex y abrió la puerta, sus ojos mostraban dolor y confusión—Alex, realmente ¿Quién es Lena Luthor para mí?

Alexandra la miró con lástima—La única persona que has amado, Kara.

—La acaban de apuñalar—dijo muy bajito—siento que la detesto pero no puedo controlarme ahora mismo, pensé que era el embarazo pero hay algo en mi cabeza, me duele saber lo que le hicieron.

Su hermana la abrazó fuerte—Kara por supuesto que te duele, la amas, aunque no lo recuerdes totalmente, tú amas a Lena Luthor.

—Alex tengo miedo—sollozó—tengo mucho miedo.

—Vas a estar bien hermanita.

Cuando unos golpes fuertes sonaron en la puerta Alex corrió a abrir, Sam estaba allí con los ojos serios, ni siquiera miró a la pelirroja—Dime que no fue cosa de Kara Danvers—su mirada estaba clavada en la rubia.

—No, Sam, no fue ella, de hecho ella está sintiéndose mal desde que vio la noticia—dijo Sam intentando calmarla, podía sentir el peligro brotar de la mujer, parecía otra persona incluso, la tierna y bromista Sam parecía nunca haber existido en este instante.

—Más le vale, porque si mi amiga se muere por su culpa, sólo vas a quedar viva tú, Alexandra—siseó con el infierno en sus ojos.

Alex tomó las manos de Sam—Oye, cálmate te dije que Kara no fue, mírala, está hecha un lío.

—¿Puedes...puedes llevarme a ver a Lena?—la voz de Kara parecía estar ronca y rasposa, miró a Sam con los ojos llenos.

Sam suspiró y asintió—Vámonos antes de que su madre regrese y encierre de nuevo a mi mujer.

Ojo por ojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora