El día de hoy en el departamento de los labradores, la más pequeña de la familia se encontraba eligiendo que juguetes de su baúl estaba por llevar a la gran pijamada que los Heelers estaban organizando en su casa. Bluey durante las semanas anteriores había estado rogándole a ambos de sus padres que si podía organizar una gran pijamada con todos sus amigos, cosa que de mala gana aceptaron pues Bluey como promesa no causó ningún problema y ayudó con todos los quehaceres de la casa que le indicaron ambos Heelers, así que, por cumplir con su palabra decidieron aceptar la petición. Inmediatamente Bluey fue a la escuela a darle la invitación a sus amigos más cercanos, luego a sus dos vecinos y finalmente a Winnie quien solo tuvo la oportunidad de verla en el fin de semana.
Cómo respuesta a la organización de Bluey, los adultos se pusieron de acuerdo para tener una pequeña fiesta antes de que comenzaran las actividades de la pijamada de Bluey, obvio los niños eran consientes de este trato, así que como hora límite acordaron las seis de la tarde.
Fido fue a checar en Winnie a su habitación, su puerta estaba cerrada y decidió mantenerla así, solo dio unos pequeños golpes en la puerta.
"¿Cómo vas nena? Ya estamos por irnos" avisó.
"¡Ya voy papá, solo me falta mi pijama!" Explicó en voz alta.
"De acuerdo linda, ¿te ayudo a doblarla para que quepa en la mochila?"
"No papá, yo puedo sola" declinó amablemente a través de la puerta.
"Está bien, dime si necesitas ayuda, linda" Insistió en un tono igual al de su hija.
Fido continuó caminando hasta llegar a su comedor, dónde ahora mismo se encontraba su otra hija al lado de alguien más. El día de hoy también tenían una invitada en la casa, Kira, una Laika de Siberia occidental, amiga y confidente de Beth desde que entraron a la secundaria. Todavía cuando Lucy y él vivían juntos, Kira solía ir a la casa de los Chesapeake a estudiar, aunque normalmente hacían de todo antes de verdad ponerse a hacer sus deberes. Lucy en ese entonces no les decía nada pues sabía que debían de disfrutar de sus mejores años siendo jóvenes, por el contrario Fido era un poco más estricto con las dos, aunque nunca tanto como para hacer una gran escena enfrente de ellas.
"¿Cómo van niñas?" Preguntó el más alto.
"Ya terminamos papá" avisó Beth, mostrándole ambos platos enfrente de las dos.
"¿No necesitan algo más? Imagino que ya están listas para su pijamada"
Así es, el día de hoy la mayor de los Chesapeake también tenía una pijamada en el departamento, aunque a diferencia de la pequeña Heeler, ella solo tenía un solo invitado, y había sido idea de este hacer la pijamada.
"Muchas gracias por la comida Sr.Chesapeake" declinó amablemente la de pelaje gris.
"¿Segura que no quieren más? ¿Alguna otra cosa?" Insintió preocupado.
"Papá" reprochó la Labrador.
"¿Qué?" Replicó confundido "Quiero que Kira se sienta en casa" explicó con una sonrisa.
"Muchas gracias papá de Beth, ya estamos bien"
"De acuerdo, ¿tienen todo listo para su pijamada?"
"Sí, estaremos bien" reiteró su hija.
"Muy bien, no creo que llegue muy tarde, pero si ese es el caso hay comida que pueden calentar en el microondas y también botana por si gustan. ¡Oh! Y si hay algún problema llámenme, vendré enseguida, tienen el número de emergencias al lado del refrigerador y no le abran la puerta a nadie si llegan a tocar..."
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Oh Mr.Heeler
RomanceLa reciente vida de Fido Chesapeake ha estado tan desordenada que siente que si le llega tan solo un problema más, caería en la locura. Desafortunadamente para el labrador, el amor es uno de los inconvenientes del que uno no se libra tan fácilmente...