POEMA XI

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En un escondrijo de mi mente,
mi alma teme
se entrelazan el miedo y la pena,
una danza fúnebre, sombra dantesca
que encierra mi corazón en su pesar.

Bestia de ojos abiertos,
devora mis sueños y la esperanza
su anzuelo envenena mis pensamientos
surge en mí inquietud y añoranza.

Silente compañera, se posa en mi pecho
susurra tristeza, sin tregua ni espera
dejando a mi espíritu huérfano
acorralando mi ser a un acantilado.

Las noches se adueñan de los rincones
y las sombras cobran vida propia,
mis pasos son cada vez más lentos,
mi aliento se entrecorta y mis ojos se llenan de lágrimas silenciosas.

Mi mente gobierna, mi alma desciende,
mi corazón acorralado,
batallando
entre la vida y la muerte.

Más que palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora