Jenlisa; smuts (제니와 리사)

Gym buddies; Jenlisa

N/A: disfruten y perdón la demora. Como saben soy estudiante y me queda poco tiempo libre para escribir 😞

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Siempre eran las últimas dos en irse, Jennie notó. Ambas se quedaban hasta que el gimnasio cerraba, aprovechaban hasta el último minuto y de vez en cuando se saludaban o despedían de la otra para ser cordiales. Nunca habían hablado realemente pero Jennie mentiría si dijera que no tenía unas ganas inmensas de hacerlo.

Ese día llegó a la misma hora que siempre, fue al vestidor, se cambió de ropa y dejó sus cosas en su casillero. Se puso sus audífonos y puso su playlist para empezar con su rutina de ese día. Primero fue a la trotadora, estuvo ahí por veinte minutos, concentrada en no parar de correr y sintiendo como su cuerpo subía de temperatura de a poco, hasta que su respiración se aceleró y empezó a sentir el sudor formarse. 

Jennie notó por su visión periférica que la otra chica había llegado. La vió entrar al gimnasio ya con su ropa deportiva puesta que consistía en una polera y pantalones holgados y zapatillas. Su cabello estaba amarrado en una coleta y sonrió cuando esta la saludó con la mano al pasar frente a ella. Le respondió el saludo y la otra chica la distrajo tanto que casi tropieza y cae.

La pelinegra se paró frente a ella, dándole la espalda para poder verse al espejo. Esta empezó a estirar su cuerpo y no pudo evitar recorrerla con la mirada mientras lo hacía. La otra chica era muy flexible y amó ver cómo doblaba su cuerpo para tocar el suelo, haciendo que su trasero fuera más notorio, luego subió y estiró sus brazos hacia arriba, dejando ver su abdomen plano y marcado. Su cuerpo era muy sexy, tuvo que admitir.

Desvío la mirada con vergüenza cuando la otra chica la atrapó mirándola a través del espejo. Bajó la mirada hasta la trotadora frente a ella y sintió sus mejillas arder.

Dios... debía aprender a disimular.

La otra chica siguió estirado su cuerpo y tuvo que juntar toda su fuerza de voluntad para no seguir mirando su atractivo cuerpo.

Cuando su tiempo en la trotadora terminó, fue hasta el siguiente aparato. Hoy le tocaba entrenar piernas así que fue hasta la máquina que trabajaba cuádriceps. Comenzó a hacer las repeticiones, sus músculos tensándose con cada una de ellas y su cuerpo entrando aún más en calor. Su respiración era agitada y podía sentir el sudor empezar a formarse en su frente por el esfuerzo.

De nuevo perdió la concentración cuando vió a la chica pasar frente a ella una vez más. Esta agarró un par de pesas, se sentó en una banca y comenzó a trabajar en sus bíceps. Jennie lamió sus labios al ver sus músculos contraerse con cada repetición que hacía. Sus brazos estaban muy tonificados y amaba ver cómo se contraían cada vez que levantaba la pesa.

Podía ver su rostro concentrado de ceño fruncido y como botaba respiraciones pesadas por el esfuerzo. También podía oír sus gruñidos y gemidos cada vez que levantaba la pesa a pesar de que estaba con audífonos.

Su mente se fue a otro lugar al escucharla. Dios... la otra chica era muy atractiva.

Decidió dejar de acosarla con la mirada y se concentró en su ejercicio. Cuando terminó sus repeticiones, su cuerpo estaba agotado pero aún le quedaba mucho por hacer así que se motivó para no detenerse. Fue hasta el lugar de las pesas y buscó las que necesitaba, iba a hacer sentadillas con barra así que iba a necesitar la ayuda de alguien más para que la vigilara o ayudara en caso de cualquier accidente.

Miró a su alrededor en busca de alguien que pareciera libre, por lo general su amiga la ayudaba en esta parte del entrenamiento pero hoy no había venido. Estaba escaneando el lugar cuando sintió a alguien tocar su hombro.