Jenlisa; smuts (제니와 리사)

Don't Get Caught; Jenlisa

Ninguna de las dos recuerda como empezó.

Lo primero que recuerda Jennie es aquella vez a principio de año cuando habían salido a beber con sus compañeros de trabajo luego de una larga jornada.

Lisa y ella se habían conocido ahí, trabajando para aquella prestigiosa revista de modas. Lisa era fotógrafa y Jennie estilista, un día las asignaron como compañeras para realizar una sesión fotográfica y de ahí en adelante no se separaron más. Después de unos meses siendo amigas pasaron a ser novias, y con el tiempo ya eran la pareja más popular del trabajo.

Así que ahí estaban, sentadas en una mesa apartada con todos sus colegas. Todos ya estaban bastante ebrios, ellas también. Lisa iba por su cuarto vaso mientras que Jennie por el tercero.

"¿Siempre has sido así de sexy?" Jennie le preguntó a Lisa al oído y luego dejó un pequeño beso y lamida en la piel sensible atrás de su oreja. Los demás estaban demasiado consumidos en sus mundos como para notar las intenciones de la otra chica.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lisa por las palabras de su novia. Dios, ya está ebria. Siempre que bebe demasiado se pone así. Pensó Lisa, Jennie tendía a ponerse así después de su segundo vaso. Sintió la mano de su novia acariciar su rodilla descubierta por la falda que estaba usando, y luego la sintió subir de a poco por entre sus piernas, pasando las uñas y dando apretones en la piel sensible del interior de su muslo.

"Jennie estamos en público" Lisa se quejó aguantando un gemido cuando la otra chica comenzó a besar su cuello, dando chupones y pasando su húmeda y cálida lengua por la zona.

"Eso lo hace más excitante, ¿no crees?..." habló con esa voz seductora y grave que derramaba lujuria pura "...no puedes hacer caras, ni sonidos, ni nada sospechoso. No dejes que nos descubran Lisa" ronrroneó en su oído antes de subir aún más su mano hasta llegar a su centro cubierto por sus bragas y dar un apretón.

Lisa mordió su labio con fuerza aguantando otro gemido. Tomó su vaso y dió un largo sorbo para disimular. Tenían suerte de que el bar fuera lo suficientemente oscuro como para que nadie viera lo que estaba pasando bajo la mesa, y que sus compañeros de trabajo se hubieran ido hace unos minutos a bailar dejándolas atrás luego de que dijeran que no tenían ganas. Bueno, Jennie había dicho eso, y acababa de descubrir por qué. La otra chica quería deshacerse de ellos.

"Estás tan mojada. No puedo esperar para cojerte... aquí y ahora" Jennie volvió a hablarle. Era como tener al diablo murmurando cosas en tu oído, literalmente. La otra chica comenzó a masajear su clítoris por encima de sus bragas, sintiendo la abundante humedad a través de la tela. Lisa se sonrojó porque sí, Jennie con tan sólo un par de palabras podía ponerla así de excitada. Era algo vergonzoso.

"Jennie por favor..." Lisa suplicó mientras cerraba los ojos y abría un poco más las piernas para darle más espacio a la mano de la otra chica. Su falda se subió aún más por sus muslos y ya no podía aguantar más, no le importaba estar rodeada de gente, necesitaba el tacto de Jennie.

"Qué quieres, dilo" la alentó mientras seguía repartiendo besos por su cuello y atrás de su oído. Su mano seguía frotando por sobre la fina tela, con su otra mano rodeó la cintura de Lisa para acercarla más a su cuerpo.

Cualquiera que se tomara más de 10 segundos observándolas se podría dar cuenta de lo que estaban haciendo, cualquiera de los ebrios que pasaban cerca de la mesa alejada donde estaban podría atraparlas en cualquier momento. Pero eso era lo que hacía todo más excitante, la adrenalina y emoción por saber que en cualquier momento las podrían atrapar resultaba ser adictiva.