Jenlisa; smuts (제니와 리사)

Súcubo; Jenlisa

N/A: ¿Han visto la película Jennifer's Body? bueno Megan Fox es un súcubo en esa película.

N/A 2: me inspiré en un ff que leí hace mucho y nunca volví a encontrar. Primera vez que escribo algo de "fantasía" o con seres sobrenaturales, en este caso un demonio.

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Lisa miró a Jennie en su forma natural y tragó pesado, aún no se acostumbraba a su piel roja, ojos oscuros y dientes afilados, sin mencionar los cuernos que salían de su frente y se curvaban hacia atrás, o la cola puntiaguda que se movía a sus espaldas de un lado a otro, o sus alas negras que parecían las de un murciélago.

"Puedo ser lo que tú quieras, Lisa..." Jennie empezó a hablar con su voz seductora característica "...puedo ser un hombre alto, de cabello negro y ojos verdes, dominante y seguro de sí mismo con una polla enorme, listo para follarte como tú quieras..." dijo mientras hacía que su cuerpo cambiara a lo que describía, hasta que Lisa pudo ver un hombre alto y desnudo frente a ella, sintió sus mejillas arder y desvío la mirada. La voz de Jennie también había cambiado a una más grave y varonil.

"...o puedo ser una mujer dulce de cabello claro, ojos marrones, piel suave y personalidad tímida que quiere que le enseñes qué es el amor" siguió hablando mientras volvía a cambiar de forma a lo que describía y Lisa levantó la mirada para ver a la mujer joven que ahora estaba frente a ella. Esta tenía una voz dulce y era el opuesto a lo que Jennie era.

"...puedo ser lo que quieras, no soy una maldición como todos creen, soy una bendición si es que sabes cómo usarme, Lisa. Y quiero que me uses" Jennie dijo por último mientras volvía a su forma demoníaca original. Lisa tragó pesado y retrocedió por su habitación hasta que su espalda dió con la pared.

Jennie la siguió y la arrinconó contra esta, el calor que irradiaba su cuerpo y su aroma embriagante invadieron sus sentidos y miró con nerviosismo cómo es que la otra chica se le acercaba, casi acechándola como a una presa.

Lisa sintió su mano cálida en su mejilla y cerró los ojos sin saber qué responder. La otra chica era muy intensa, nunca sabía cómo lidiar con ella. Su líbido siempre estaba por las nubes y por más que quería complacerla, no sabía cómo hacerlo.

Se conocían desde hace casi un año, y Lisa sabía de su secreto desde un principio, sabía que la otra chica era un ser sobrenatural, que era un súcubo, que su aspecto natural era como el de un demonio y que podía cambiar de forma a lo que se le diera la gana. Eran compañeras de universidad, ahí se habían conocido y de inmediato se hicieron cercanas. Obviamente en su día a día Jennie usaba una forma humana, cambiaba el color de su piel, se deshacía de sus cuernos, cola y alas, y ocultaba sus colmillos.

Las cosas avanzaron rápido entre ambas, Jennie había dejado claro desde un principio que se sentía atraída por ella pero Lisa no sabía cómo lidiar con todo. También sentía una enorme atracción por la otra chica que no podía negar pero aún sentía miedo. Sabía que la otra chica nunca le haría daño pero aún así, era diferente estar con alguien como ella.

Y para su mala suerte... o buena suerte dependiendo del punto de vista, Jennie se había obsesionado con ella, tanto que la perseguía a donde fuera, que la buscaba por todas partes, que alejaba a cualquiera que se le quisiera acercar, que la sobreprotegia de hasta los insectos del verano y el sol fuerte.

Y no lo podía negar... en un principio le molestaba demasiado, tanto que tuvo varias discusiones con ella al respecto. Y Jennie se ponía tan triste cuando le pedía que se alejara que no podía evitar ceder y pedirle que volviera a ser como antes. Detestaba verla infeliz, y no es como que Jennie pudiera controlar su impulso por siempre querer estar con ella y ser pegote de todas formas, tan solo era así.