Capitulo 8

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Desperté con un dolor de cabeza horrible, no tengo idea de la hora que es, solo sé que este dolor me está poniendo de mal humor. No recuerdo mucho de la noche anterior, lo último que recuerdo es haber sido obligada por las copias a bailar, no tengo idea de cómo fue que llegue aquí. Solo sé que estoy en mi cabaña y que todos aún están dormidos. Decidí asearme.

Tome mis cosas de aseo personal y fui directo a las duchas y deje caer el agua caliente en mi cuerpo, mientras el agua recorría mi cuerpo, mi mente trataba de recordar cómo fue que llegue a mi cabaña. Bueno, algo que me tiene un poco tranquila es que en cuanto desperté note que seguía con mi ropa de anoche, me tranquiliza un poco, aunque tengo dudas de lo que paso después de lo último que recuerdo.

Cuando salí de la ducha ya cambiada fui en busca de una foto de mí hermano y yo, estamos juntos sentados en el sofá de nuestra casa, estamos serios en esa foto, siempre fuimos así de serios. Tomé una libreta, una pluma y salí de ahí en dirección al lago.

En cuanto llegue tome asiento en el pequeño puente que hay aquí, deje que mis pies colgaran y rosaran solo un poco el agua.
Comencé a escribir lo que sentía.

Anthony, mis susurros por las noches son mis gritos de agonía, quiero olvidar, no quiero recordar, solo quiero que me abraces hermano  mío, quiero dormir con mi hermano, reír, jugar, pelear, pero sobre todo quiero bailar con mi hermano en mi fiesta de cumpleaños como lo prometiste, quiero que me protejas, ya no quiero sentir hermano, esto  está matando, todo empeora, todo mi mundo se hunde y por ende yo con él, cada vez esto es peor, ya no quiero vivir de esta manera, los desayunos sin ti ya no son igual, solo existe la serenidad del silencio. Ahora todo es así, me siento demasiado débil, no solo emocionalmente, sino físicamente, es como si mi cuerpo y mente murieran lentamente. Y no quiero morir lentamente, quiero descansar ya. Lo que tu muerte se llevó fue a una pequeña niña con un brillo especial en aquella mirada color marrón, que miraba con esperanza a su gran hermano. Anhelando vivir y conocer el mundo, superarse entre ellos. Te llevaste mi luz de esperanza y anhelo, mi vida. Una vida llena de planes junto a mi hermano del alma.

¿Sabes? me odio a mí misma, me odio tanto.

Nunca pude decirte cuanto te amaba, te dije cosas horribles cuando solo éramos pequeños, te dije muchas cosas de las que me arrepiento hoy en día, siempre recuerdo cuando te dije que odiaba que me molestaras y me provocaras, odio como fue que te dije que ojalá hubiera sido hija única, para así no tener que soportar te, tantas cosas que te dije hacen que yo misma me odie. Me duele mucho hermano, no puedo seguir, ya no puedo, te lo juro, este dolor me está matando, estas ganas de querer tomar tu lugar y así tu poder estar con mamá, le haces mucha falta, si hubiera sido yo la que se hubiera ido y no tú, quizás ella no sufriría tanto, tú eres más importante que yo en su vida, tú la ayudabas en todo, yo solamente soy un estorbo, solamente sobro, lo único que hago es dañarla más…No entiendo, ¿por qué no simplemente puede amarme? Esto esta acabando con nosotras. No hay paz. No hay amor. Solo existe el dolor, la rabia, el egoísmo y sobre todo, la culpa.

Deje caer las lágrimas que estuve reteniendo desde que comencé a escribir esta carta, normalmente no lloraría frente a alguien, pero en este momento no me importaba si alguien me veía. Necesitaba dejar caer esas lágrimas.

Seguí escribiendo cada cosa que tanto daño me hacía...

Hermano, mi alma llora por ti, aclamando el regreso de la parte que le fue arrebatada, no encuentro una manera de sentir paz. Solo quiero que vuelvas a abrazarme y decirme que me protegerás, que no importa cuán enojada este, mamá, tu no dejaras que ella me lastime. Que el día de mi boda me entregaras a la persona que haya escogido. Escuchar tu voz. Eso es lo que más me duele, comienzo a olvidar tu voz, y eso me paraliza, me aterra que, si avanzo, me olvide de ti.
Arranque la hoja con furia y la sostuve en mis manos, perdí la noción del tiempo, solo reaccione cuando la hoja que sostenía en mis manos voló junto con el viento. Reaccione al instante y corrí tras ella, pero el viento cada vez la alejaba de mi vista, intente alcanzarla cuando de repente tropecé con una rama y tirada en el frio suelo vi por ultima ves la carta que tantos sentimientos contenía.

Hablándole al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora