Capítulo 10

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Aclaracion: Este capítulo sigue siendo contado por la Elaine de 13 años.

Las semanas fueron pasando y yo regrese a la escuela. Mamá seguía preocupada y razones tenía, como por ejemplo el virus que cada vez se propagaba más rápido. Eso tenía muy preocupada a mamá, yo por otro lado me enfocaba en olvidarme de todo mientras estaba en la escuela, me saltaba las clases con mis supuestas amigas y me la vivía fingiendo que hacía trabajos en clase, al final del día los profesores no tenía mucho problema conmigo porque no era irrespetuosa. Simplemente era floja.

El problema empezaba cuando mamá iba a por mi a la escuela, no me dejaba ir si quiera a las plazas de los alrededores con las chicas de mi clase, siempre era un rotundo no, muchas veces peleaba con ella por eso, pues estaba creciendo y mi rebeldía cada vez era más intensa, en parte era culpa mía por dejarme influenciar por las chicas. Siempre me hacían comentarios en los que daban a entender que sus mamás las querían y no por quererlas las privaban de salir con sus compañeras. Cómo mamá hacia conmigo, ella siempre decía que si me quería y que por eso no me dejaba salir.

- Reacciona Elaine, no puedes ir, no quiero que seas una vaga que se la pasa en la calle. - Eso me enfurecía, no por salir un rato significaba que fuera una vaga. - Además, tienes una casa donde tienes muchas cosas que hacer, así que fin de la discusión.

-¡¡Aghh!! Porque no simplemente me dejas ir y ya. No por salir un día seré una vaga y mucho menos haré cosas malas. ¿Por qué no entiendes?

-¡Deja de hablarme así! ¡Soy tu madre y me respetas! ¡Te he dicho que no, así que lárgate a hacer algo!

- Pues espero y después no te arrepientas por no dejarme vivir. - La rete con la mirada y lo único que gane con eso fue una bofetada.

- ¿¡Me estás amenazando!? - Su mirada era tan oscura estaba llena de coraje y miedo.

- ¡Tómalo como quieras! - Y con eso último me fuí, decidí obedecer sus órdenes y me puse a hacer cosas.

(...)

Mamá siempre dijo que las amigas no existían, que solo eran conocidas. Pero aún cuando me lo dijo desde que estaba tan pequeña nunca quise creerle hasta que lo ví con mis propios ojos.

- Mel, eh visto a Leila y a Regina bastante sospechosas, actúan muy raro conmigo. - Le comenté a mi amiga Mel.

-¿Y tienes alguna idea de porque? - Cuestiono ella.

- No, solo se que ya no me dejan utilizar sus teléfonos como antes, había confianza para enseñarnos las conversaciones y tomarnos fotos, pero de pronto dejaron de hacer eso conmigo. Ahora ellas lo hacen solas. - Dije algo triste.

- Bueno pues mira, hagamos algo, ¿si?- Asentí. - Actúa normal con ellas, como si no te dieras cuenta de lo que realmente pasa, ¿Sabes la contraseña del celular de Leila?

- Si, bueno la sabía, porque últimamente la ha estado cambiando.

-Bueno esperemos que no la haya cambiado aún. - Las dos hicimos una mueca. Me contó su plan y aunque tenía miedo de hacer eso con ellas decidí que lo haría, porque realmente algo me decía que las cosas no estaba bien.

El momento del almuerzo había llegado así que como todos salimos al patio, la rutina de Leila y Regina era dar vueltas por toda la escuela, y bueno yo casi siempre estaba con ellas, a diferencia de mi yo era menos sociable, no le hablaba a los mas grandes como ellas.

Hubo un momento en el que vi el teléfono de Leila desbloqueado así que se lo quite en broma y cuando ví sus caras asustadas corrí, con eso me confirmaron que algo estaba mal. Corrí por toda la escuela hasta que me perdieron, llegué corriendo al salón con Mel.

Hablándole al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora